Cuando casi termina el periodo seco, concebido entre noviembre y abril, la provincia de Cienfuegos reporta 48 millones 612 mil metros cúbicos menos de agua embalsada y afectaciones en 29 obras de captación que tributan a pobladores de diferentes municipios.
El ingeniero Luis Estupiñán, especialista de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que de los seis embalses del territorio solamente Galindo y Voladora se mantienen por debajo de 75 por ciento de llenado.
Dijo que de forma general las presas en su conjunto hoy mantienen ocupada un 78,5 por ciento de su capacidad, una cifra favorable para enfrentar el periodo húmedo que se avecina, y se extiende desde mayo a octubre.
Como en la etapa de sequía llovió tan poco, la provincia está a un 63, 7 por ciento en el acumulado histórico de precipitaciones.
Solo ahora en el mes de abril con algunos aguaceros comenzó a mejorar discretamente la situación hídrica del territorio, y ya la mayoría de los municipios comenzaron a sobrepasar sus valores históricos.
Estupiñán alertó que aunque mayo está ahí al doblar de la esquina, debemos ahorrar el agua, y sobre todo promover su acopio y uso eficiente.
Señaló que tanto los salideros dentro y fuera de los hogares atañe no solo a las entidades vinculadas a los servicios hidráulicos, sino a toda la comunidad, que en definitiva es generalmente la afectada por déficit en los bombeos.
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Según reafirma el experto, para Cienfuegos -que estabilizó las mediciones de la lluvia en 1965, y lleva los valores de precipitaciones de forma constante-, este periodo que concluye el 30 de abril despunta como el número 20 más seco, de los últimos 58 años.
En verdad ese ciclo venia como el más recio, pero las últimas lluvias de abril dieron un vuelco en el comportamiento de este tiempo tan complejo sobre todo para la ganadería, y los cultivos varios en Cuba.