El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció la campaña de descrédito y las presiones sobre terceros países que realiza el gobierno de Estados Unidos para obligarlos a variar su histórica postura a favor de la resolución cubana contra el bloqueo.
Los días 28 y 29 de octubre se presentará en la Asamblea General de las Naciones Unidas el proyecto de resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
El jefe de la diplomacia cubana ofreció este miércoles declaraciones a la prensa nacional y extranjera, en la sede de la Cancillería, en las que dijo que esta sesión transcurrirá en una coyuntura internacional caracterizada por el reforzamiento del bloqueo económico contra Cuba, y por la aplicación por parte del gobierno de los Estados Unidos de una política exterior sumamente agresiva e intimidatoria, incluso hacia sus aliados más cercanos.
“Tenemos información fidedigna de las presiones intimidatorias y engañosas que está ejerciendo el gobierno de Estados Unidos sobre varios países, especialmente de América Latina y Europa, con el objetivo de obligarlos a modificar la posición tradicional e histórica que han asumido y sostenido en apoyo a la resolución contra el bloqueo”, denunció el canciller.
Agregó que el gobierno de Estados Unidos combina esta política de presión extrema con un despliegue totalmente inusual, quizá inédito, en relación con este tema en todas las latitudes, junto con una campaña calumniosa y tendenciosa de intoxicación informativa.
“Esta campaña está dirigida no solo a distorsionar la imagen de Cuba, sino a generar elementos de presión sobre terceros países respecto a su postura sobre el bloqueo contra nuestra patria. Su objetivo es crear un clima de desinformación y confusión, tratar de provocar desmoralización y generar en los estados miembros de las Naciones Unidas un sentimiento de inseguridad o temor”, subrayó Rodríguez Parrilla.