En tiempos de dificultades, la solidaridad llega de muchas partes. No conoce de distancias o afinidad, solo del deseo de tenderle la mano a quien más lo necesita. De eso hemos visto mucho en las jornadas recientes y hasta Holguín han llegado donativos que, de seguro, marcarán la diferencia.
Más de 700 kilómetros separan a La Habana de la Ciudad de los Parques, pero esto no fue impedimento para que representantes de la mipyme Lácteos Clamanta S.U.R.L. llegaran con diez toneladas de alimentos y ropas para los damnificados por el huracán Melissa.
La valiosa carga contiene cinco toneladas de arroz, tres de frijoles y alrededor de 400
libras de ropa importada y sacos de harina; lo cual, sumado a las cerca de 5 000 sopas instantáneas, completa el total transportado desde la capital cubana, con el deseo de que llegue a los más afectados.
Similar júbilo se experimentó en el Hospital Provincial Vladimir Ilich Lenin cuando, en la mañana de este miércoles, se recibió un contenedor de insumos médicos y otros, como parte de la respuesta ante emergencias de la Unicef y el interés de que los niños crezcan sanos y seguros.
Para ello se recibieron aquí más de 9 000 mosquiteros, pasta alimenticia de maní para niños mayores de seis meses, medicamentos, jeringuillas y otros útiles valiosos que llegarán a instituciones del sistema de salud en la provincia y a los pacientes, principal razón de ser del sector.
Según informó la doctora María del Carmen Noris Mariño, responsable del área de relaciones internacionales, donaciones y proyectos en la Dirección General de Salud, lo recepcionado se destinará fundamentalmente a niños, embarazadas y puérparas, con la intención de priorizar a esos grupos vulnerables en el actual escenario.
Hasta este momento, Holguín contabilizó afectaciones en 129 unidades de Salud Pública, encontrándose entre las más afectadas las pertenecientes a la Atención Primaria, según expuso la doctora, quien agradeció tan noble gesto, en nombre de todos los involucrados en el territorio.
Melissa destrozó tanto a su paso que todavía duele, pero no pudo socavar la capacidad de resiliencia de un pueblo que lucha continuamente por salir adelante. En las horas más oscuras, se ha confirmado que la región oriental no está sola.
Tomado del Periódico Juventud Rebelde
