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De regreso a casa luego de tres subseries con balance de 4 victorias y 5 derrotas, Cienfuegos barre a Mayabeque en los tres partidos escenificados en el estadio Lázaro Santos Díaz del municipio de Abreus.
En la jornada doble sabatina, solidas actuaciones de los derechos Yadiel Loyola y Alexander Vargas.
En el primero, Loyola trabajó 6.1 de entradas con solo dos indiscutibles permitidos, sin carreras y 8 ponches, la ofensiva contribuyó con 7 anotaciones. A su rescate vino en el séptimo inning quién pudor dar el cero y cerrar el encuentro con la lechada para el equipo.
Al cierre, los bates sureños se calentaron y de qué manera, al punto de anotar 10 carreras en cinco episodios para noquear a los mayabequenses. Vargas, desde la lomita se encargó de hacer el resto al no permitir que le pisaran la goma, y sin llegar a noventa envíos camino toda la ruta.
En el encuentro del cierre este domingo, los bates no estuvieron tan alegres y los presentes en la instalación beisbolera abregüense disfrutaron de un gran choque que llegó al sexto episodio con empate a dos, ahí Cienfuegos hizo una carrera y puso a su rival al borde de la derrota cuando le quedaban tres outs.
De colocarle el cerrojo al pleito se encargó el relevista Yoelvis Leiva quién había entrado a trabajar dos capítulos antes y de esa forma se apuntaba el tercer éxito del certamen, siempre en rol de relevo.
Los dirigidos por Yoandry Moya llegaron a 9 éxitos y mantuvieron en 6 las derrotas, y continúan en la segunda posición del grupo B a un juego de Villa Clara (10-5), que también hizo su trabajo y le pasó la escoba a Matanzas.
Como si el calendario hubiese estado premeditado, la última subserie entre naranjas y verdes definirá al campeón de la llave y clasificado a la semifinal.
Los partidos tendrán lugar en Abreus, aspecto que beneficia a los nuestros, aunque para avanzar tienen el duro compromiso de barrer a sus contrarios o al menos ganarle dos choques y borrar la diferencia de carreras que arrastran de la primera subserie que es de -7, cuando cayeron 1-2.
La tarea, «la del indio», pero confiamos en el entusiasmo y la forma actual de conjunto, y que el terreno diga la última palabra.
