Mostrar un Cienfuegos patrimonial, extraordinario, mágico, pero también las historias de la gente de estos tiempos y sus sensaciones es la intención de Gabriel Dávalos, periodista y fotógrafo especializado en danza, al llegar por primera vez con su proyecto “Matria” a esta ciudad del centro sur de Cuba.
Por eso, dijo, nos atrevimos a andar las calles y seleccionamos los espacios desde la intuición y sensaciones propias del equipo, porque de alguna manera eso nos acerca más a la gente.
Subrayó que constituye un reto aun mayor estar en un lugar cuyo centro histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad; eso impone mucho respeto, pero a la vez resulta un desafío, porque ese sitio está habitado por almas nobles, con vivencias para transmitir.
De esta forma, resaltó, en las imágenes estarán esas zonas patrimoniales, pero unidas con la historia, con los sentimientos de los cienfuegueros, porque queremos contar quiénes son, por qué están aquí, cómo piensan, cuáles son sus tristezas o alegrías.
Para esta sesión fuimos al contacto humano, con el apoyo del Fondo Cubano de Bienes Culturales y bailarines del proyecto de danza contemporánea Eclipse, integrado por alumnos, profesores y egresados de la escuela de arte Benny Moré del territorio, con quienes logramos una química bonita, añadió el artista del lente.
Apenas una jornada de trabajo en una ciudad que destaca por el trazado rectilíneo de sus arterias bastó para enamorar a Gabriel Dávalos y su equipo, quienes tienen la intención de regresar para incluir las postales de la urbe marinera en una exposición y en uno de sus libros.
Sobre su experiencia de tantos años, dedicados a reflejar la cotidianidad de los pueblos con bailarines como protagonistas, explicó que cuando el ser humano todavía no tenía un lenguaje oral articulado, ya bailaba; la danza tiene un don increíble y si la unes con el lenguaje visual de la fotografía consigues una mezcla maravillosa para conectar con personas tan diversas.
Para este creador, «Matria» es la tierra más íntima, la Patria mujer, madre, el trozo esencial, a donde siempre habrá que regresar.
Galardonado con los premios Anna Pavlova International Ballet Photography Contest, en 2016 y Danza de Cataluña en 2019, Gabriel Dávalos ha llevado su trabajo a numerosas plazas del país, en provincias como Villa Clara, Holguín, Granma o Las Tunas, así como a naciones de América Latina, Europa y Asia.