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La planta de fertilizantes, conocida como NPK, en la provincia de Cienfuegos, tiene la finalidad de garantizar nutrientes necesarios para los cultivos agrícolas del país.
Sin embargo, debido a los altos costos internacionales de las materias primas imprescindibles para esas producciones, es decir, Nitrógeno, Fósforo y Potasio, la industria cienfueguera interrumpió sus faenas, explicó su director, Víctor Díaz Casas.
No obstante, hasta el momento sobresale el cumplimiento de los planes de venta y durante el primer trimestre del año las utilidades ascendieron hasta los once millones de pesos.
Díaz Casas añadió que luego de un proceso de reducción de plazas y reubicación de los trabajadores de la llamada NPK, el salario mínimo será de 3 800 pesos para los operarios y de esa manera queda resuelta una demanda de años anteriores.
Además de los fertilizantes destinados al sector agrícola, de conjunto con la Empresa química, la industria sureña de NPK produce jabolina, talco perfumado, lejía de cloro, detergente y loción antibacterial, esta última muy demandada durante el período crítico de la COVID 19, en Cuba.
