Si se apellida Valdés, esto es con usted… y si no, también
Los apellidos son mucho más que un patronímico heredado de papá y mamá, que nos acompañará desde el primero hasta el último día de nuestra existencia, lo cual no es poco. Ser inscrito con nombre y apellidos supone el reconocimiento por parte del Estado de que usted existe, algo así como su entrada oficial al “reino de este mundo”.