El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidió este miércoles el acto central por el 68 aniversario del Combate de El Uvero, acción considerada un hito en la lucha revolucionaria.
Junto al miembro del Buró Político Roberto Morales Ojeda y Secretario de Organización, depositó una ofrenda floral en el Obelisco dedicado a los siete mártires caídos en esta batalla de 1957.
Beatriz Johnson Urrutia, Primera Secretaria del Partido en Santiago de Cuba, enfatizó el significado histórico de la gesta: “Las transformaciones sociales actuales en esta zona no hubieran sido posibles sin el heroísmo de aquellos combatientes”. La dirigente partidista subrayó el paralelismo entre la lucha pasada y el presente: “Al igual que entonces, hoy la resistencia marca nuestro camino hacia la victoria”.
Johnson Urrutia remarcó que “El Uvero no fue solo una victoria militar, sino una semilla de esperanza” que fructificó en los logros sociales de la Revolución.
En la emotiva ceremonia, el joven médico Leodan Suárez Martínez, especialista en Medicina General Integral de Guamá, destacó el papel de la juventud en la continuidad de la obra revolucionaria: “En nuestras manos está el futuro de la Patria”, afirmó ante autoridades partidistas, gubernamentales y representantes de organizaciones de masas.
El acto contó con la participación de representantes de la Unión de Jóvenes Comunistas, organizaciones de masas, el Ministerio de las Fuerzas Armadas (Minfar) y el Ministerio del Interior (Minint).
El escenario del homenaje – entre el Mar Caribe y las estribaciones de la Sierra Maestra – conserva las huellas de las transformaciones revolucionarias que, tras 1959, cambiaron la vida de sus habitantes.
El Combate de El Uvero, librado el 28 de mayo de 1957, representó el primer gran enfrentamiento frontal del Ejército Rebelde contra las fuerzas batistianas. Esta acción, dirigida personalmente por Fidel Castro, demostró la capacidad combativa de la naciente guerrilla y marcó un punto de inflexión en la estrategia del Movimiento 26 de Julio.
Tomado de Cubadebate