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Acompañado por el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, el Jefe de Estado dio la bienvenida a Muhammad Radzibin Jamaludin, representante de Malasia, a quien recordó que en 2025 se cumplen 50 años de relaciones diplomáticas entres ambas naciones, lo que cual será motivo de celebración.
Díaz-Canel destacó los lazos de hermandad entre Cuba y Malasia, la relación de respeto, admiración y amistad; igualmente, habló de ampliar y consolidar los vínculos políticos, económicos y comerciales.
El mandatario recibió luego a Ian Charles Anthony Douglas, nuevo embajador de la Mancomunidad de Dominica, nación que calificó como hermana. Díaz-Canel envió saludos al primer ministro Roosevelt Skerrit y recordó su visita a Cuba en el año 2022, cuando fue condecorado con la Orden José Martí, por su histórica relación de solidaridad con la Isla.
El representante de Dominica rememoró cómo Cuba ayudó a su país cuando el devastador huracán del 2017 y luego su generosidad en medio de la pandemia de COVID-19. Nuestra recuperación, dijo, fue en gran medida gracias a la ayuda de Cuba, uno de nuestros mejores amigos en el hemisferio y en el mundo, consideró.
En esta ceremonia, a primera hora de la mañana en la Presidencia de la República, igualmente presentó su acreditación oficial el Almirante Damith Nishantha Sirisoma Ulugetenne, de la República Democrática Socialista de Sri Lanka. El Jefe de Estado cubano consideró que entre ambas naciones ha fluido una buena amistad, y destacó la participación del presidente esrilanqués Ranil Wickremesinghe en la Cumbre del G-77 y China, celebrada en septiembre del pasado año en La Habana.
El nuevo representante de Sri Lanka comentó que ambas naciones mantienen vínculos desde 1959, y recordó la invitación cursada por el mandatario de su país para que Díaz-Canel visite esa nación insular, ubicada al sur de la India. Hemos prometido que iríamos, respondió el Presidente cubano poco antes de tomarse la foto oficial.
Este martes también fue recibido en el Palacio de la Revolución el embajador de la República de Guatemala, Luis Fernando Carranza Cifuentes, a quien el mandatario reiteró el apoyo de Cuba a su nación. Díaz-Canel envió un saludo al presidente Bernardo Arévalo, y señaló que ha estado al tanto de la situación generada en el país. Habló también de campos de cooperación en los que podemos avanzar más.
Luego, correspondió el turno a la embajadora Rachel Elizabeth Moseley, de la Mancomunidad de Australia, quien en muy buen español calificó como un honor entregar al Presidente sus cartas credenciales. Ella agradeció la ayuda de Cuba a los pueblos originarios de su país, especialmente a través del Programa cubano de alfabetización Yo sí puedo, cuyos resultados, consideró, son muy buenos.
El presidente Díaz-Canel recordó que próximamente se cumplen 35 años de relaciones diplomáticas entre Cuba y Australia, lo cual es un motivo más para fortalecer y ampliar los vínculos con esa nación de Oceanía.
La jornada también incluyó la bienvenida a Moosa Hamdan Al Tai, nuevo representante del Sultanato de Omán, nación de la península arábiga con la que Cuba mantiene relaciones desde hace tres décadas. El Jefe de Estado manifestó la voluntad de la Isla de ampliar y reforzar esos vínculos. El pueblo omaní es un pueblo amigo de Cuba, reflexionó el embajador, que recién inicia su trabajo en La Habana.
Finalmente, fue recibido en la audiencia solemne de este martes el embajador Kennedy Mpolobe Shepande, de la República de Zambia, hermana nación de Cuba, dijo Díaz-Canel.
Mpolobe Shepande consideró que Cuba es una vieja amiga de África, y rememoró el papel de Fidel y de los cubanos en las luchas africanas de liberación. Cuba disfruta de mucha estima en nuestro continente, sobre todo entre los jóvenes, comentó el diplomático, quien agradeció las becas para estudiantes que la Isla ha dado a su nación, sobre todo en las ciencias médicas, las cuales pidió aumentar.
En el diálogo del Presidente y el canciller con los nuevos embajadores fue explícito el agradecimiento por el apoyo a la Isla en su lucha contra el bloqueo impuesto por los Estados Unidos; así como la disposición del Gobierno y de la Cancillería para que todos puedan ejercer con éxito su misión diplomática en la Mayor de las Antillas.
