Cinco entidades cubanas optan por el Premio Nacional de Calidad de la República de Cuba, instituido en 1999 en reconocimiento a las que se distingan por sus resultados de relevancia en la aplicación de la gestión de la calidad y la eficiencia económica.
De acuerdo con la metodología para su otorgamiento, los candidatos deben cumplir los requisitos establecidos con vistas a lograr una alta competitividad y confiabilidad de sus productos y servicios.
En cada caso, el modelo cubano del Premio Nacional de Calidad armoniza con el de otros países y regiones en sus bases fundamentales, mientras que la a la Oficina Nacional de Normalización es responsable de su entrega por encargo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Uno de sus objetivos esenciales consiste en promover el empleo de la experiencia cubana en la utilización del enfoque y las prácticas de gestión total de la calidad, como una vía para alcanzar eficiencia y competitividad.
Además, avanzar hacia la excelencia de su gestión, propiciar la estabilidad y madurez empresarial necesarios hasta llegar a un permanente nivel de confianza en su administración, aunque para obtenerlo es indispensable lograr el provincial.
En 2021 el grupo de expertos que evalúa las proposiciones las declaró sin lugar, y en 2020 recayeron en la Empresa de Investigaciones y Proyectos Hidráulicos (RAUDAL), de Holguín; y la Unidad Empresarial de Base La Estancia (jugos y néctares), de Sancti Spíritus.