La sensibilidad, el sentido de pertenencia y la empatía caracterizan al colectivo de un centro que, a la vista de muchos, sólo provoca tristeza y dolor a las familias que acuden a recibir sus prestaciones.
Sin embargo, el Crematorio de Cienfuegos, con poco más de un año y medio de creación, constituye resultado de un pedido que por mucho tiempo realizó la ciudadanía como otra modalidad de servicios necrológicos en el territorio.
Ubicada en las postrimerías del cementerio Tomás Acea la instalación, cuya arquitectura respeta los valores patrimoniales del camposanto, cuenta con áreas como salón de espera para los familiares, sala donde ofrecen el último adiós a su ser querido, horno, área de mantenimiento, oficina de administración, almacén y un pantry.
El moderno establecimiento cumple con los requerimientos y condiciones para la incineración de cadáveres y restos óseos, una vez exhuman el cuerpo, «luego de dos años y medio o tres del enterramiento»- precisó María Mestres Pérez, administradora del Crematorio.
Para el acceso a sus prestaciones «los familiares pueden acudir directamente, luego de que Medicina Legal certifique que el cadáver puede cremarse». El servicio también se solicita desde la funeraria, una vez realizadas las exequias y con la tramitación en orden por parte de los encargados de esa entidad.
Mestres Pérez explica que para la cremación de cadáveres tienen en cuenta algunos requisitos. «Los fallecidos no pueden tener marcapasos, el cuerpo debe mantenerse en buen estado y no exceder las 200 libras de peso porque afecta el funcionamiento del horno».
Con respecto a la incineración de restos óseos las administraciones del crematorio, el cementerio y las familias establecen una acertada comunicación. «Ello permite que durante la misma jornada se efectúen los procesos de exhumación e incineración»- detalló la directiva.
Teresa Corcho Álvarez, una de las coordinadoras comentó, en ese sentido, sobre la satisfacción de personas de otras provincias como Sancti Spíritus y Matanzas que también accedieron a esa posibilidad, luego del desenterramiento. «Para conocer el proceso y programar el turno las personas pueden comunicarse a través del número de telefónico 43538857»- significó Teresa.
Sombras sobre el Crematorio
El complejo panorama electroenergético del país incide en el óptimo funcionamiento del Crematorio de Cienfuegos. Ante la pérdida de uno de sus miembros, algunas familias han prolongado las horas de dolor por interrupciones en la cremación debido a la falta de electricidad.
Como opción Mestres Pérez acude al diálogo con los directivos de la Empresa Provincial de Servicios Comunales de Cienfuegos, entidad a la que pertenecen. En esos casos «enseguida llamo al director y buscan la alternativa para restablecer el fluido eléctrico. Hemos atravesado por momentos serios, pero siempre hay respuesta».
Otra acción es el intercambio entre el personal del Puesto de Mando de Comunales y el despacho de la Empresa Eléctrica con el fin establecer acuerdos para mantener el suministro de energía eléctrica y concluir la incineración que se extiende por más de dos horas, una vez iniciada.
Sobre ese particular, que preocupa y ocupa a los trabajadores del Crematorio, José Quintero Mora, director de la Empresa Provincial de Servicios Comunales de Cienfuegos, precisó que la primera intención ha sido llegar al consenso con la Empresa Eléctrica «antes de hacer el programa del día, casi imposible en el caso de los cadáveres».
Quintero Mora comentó como soluciones del problema la adquisición de un grupo electrógeno propio, difícil de obtener según las actuales circunstancias económicas o garantizar la electricidad a través de dos circuitos eléctricos «lo que no ha sido posible porque la inversión es bastante grande».
En poco más de treinta meses de actividad el Crematorio de Cienfuegos distingue por el buen trato de sus trabajadores, el empeño para resolver las dificultades y el aliento que ofrecen a las familias en circunstancias de tanto dolor.
La erradicación de los problemas materiales, entre ellos la inutilidad de la puerta de acceso del transporte fúnebre al centro, demanda la mirada atenta y la acción inmediata de las autoridades y administrativos pues, a decir de una colega, el crematorio «dignifica la muerte» y concede el descanso eterno más allá de las tradicionales costumbres.