Parecía que si, pero no. Se peleó hasta el final pero no se pudo vencer en la subserie.
Cienfuegos cayó en tres de los cinco choques frente a Granma en el estadio 26 de diciembre del municipio de Campechuela, sede que resultó toda una fiesta para el bateo de largo alcance de los locales.
A base de cuadrangulares en momentos decisivos vencieron a los paquidermos en las jornadas de sábado y domingo. El primer día con muy buen pitcheo de los sureños, pero otra vez los bates dormidos. Con empate a cuatro llegaron a la regla Shiller en el décimo inning donde los alazanes pisaron la goma en seis ocasiones lo que parecía suficiente para el triunfo. Los nuestros a pesar de la diferencia anotaron dos, el marcador final 10 carreras por 6.
En la jornada dominical si se bateó, pero esta vez el pitcheo no aguantó y hasta demasiada demora en la decisión de sustituir al relevista José Carlos Sarria incidió en la derrota de 11×8.
En este último aspecto quiero detenerme. ¿Había que esperar a que luego de cinco indiscutibles, uno de ellos cuadrangular con dos en bases continuara Sarria en la lomita? ¿No era señal suficiente, unido a que antes del comienzo del octavo capítulo ya le habían anotado dos, con 5 hits en 3 y 2 tercios? Creo que la alarma sonaba y lo que venía era serio, como en definitiva ocurrió.
Es cierto que en el bullpen no había mucho, y digo mucho porque los que quedaban no tenían tanta carretera, pero en otras ocasiones con esos noveles se ha «peleado».
Si bien la dirección en la mayoría de las ocasiones ha sabido manejar certeramente situaciones complicadas ya sea a la ofensiva o en el área de los lanzadores, cada juego en la etapa final pesa y en demasía. Los play off están al doblar de la esquina y para lograr el objetivo la mano no puede temblar en momentos como ese y otros que se puedan presentar.
Para suerte de los paquiedernos mantuvieron el sexto puesto en la tabla (34 V y 27 D), en gran medida porque sus más cercanos perseguidores tuvieron también racha negativa.
Artemisa cayó en dos de los tres choques ante Camagüey, Sancti Spiritus perdió cuatro de cinco frente a Las Tunas y Pinar del Río superó por la mínima a Ciego de Ávila 3-2. En tanto, los alazanes están a cuatro encuentro de los nuestros y con el aliciente de la serie particular en el bolsillo.
Desde el próximo martes la parada sube para la tropa que comanda Yoandry Moya, el actual campeón nacional, el seleccionado tunero estará de visita en el coloso de Bonneval.
Los leñadores llegan después de ganar 4-1 las dos últimas subseries, y si a eso le sumamos que hace años dominan a los elefantes, el futuro es incierto para la manada, aunque más de una sorpresa nos han dado durante el torneo.
Nada es imposible. El terreno, el caprichoso terreno dirá la última palabra.
