La presidenta Ejecutiva de ETECSA, Tania Velázquez Rodríguez, anunció en la Mesa Redonda que a partir de los intercambios con diferentes sectores se determinó que para los estudiantes universitarios: habilitar la posibilidad de comprar un segundo plan de 6GB por un valor de 360 CUP. Esto permitirá acceder a 12 GB por un valor de 720 CUP.
Además, se implementará el acceso gratuito a sitios educativos y de información a través de la red móvil, beneficiando actividades de salud pública y ciencia. Actualmente, se han identificado alrededor de 40 sitios que ofrecerán este acceso sin costo.
Velázquez también anunció la continuación del trabajo con organismos para fomentar el uso de plataformas nacionales de intercambio de información, como Todus y el correo Nauta, que cuentan con precios diferenciados y son accesibles a través de los megas nacionales.
En un esfuerzo por apoyar la investigación, se destinarán espacios en los centros de datos de ETECSA para alojar revistas científicas, permitiendo así un acceso más económico a este tipo de contenido.
Asimismo, se fortalecerán los entornos educativos gratuitos en las universidades mediante la ubicación de servidores en los centros de ETECSA, garantizando un suministro energético adecuado.
La creación de canales educativos en PICTA también será promovida, incorporando contenidos más consumidos desde internet en el proceso de enseñanza.
Por último, se potenciarán las zonas WIFI en universidades, IPVCE, Escuelas Pedagógicas y Centros Provinciales de la Enseñanza Técnica Profesional, y se implementarán soluciones para facilitar el acceso a estudiantes menores de 18 años, con la debida autorización de sus padres.
Igualmente, se dio a conocer que habrá un plan de datos extra intermedio inferior a los 3 360 pesos. A la vez se amplía a 35 días la vigencia de los planes. Se mantiene que se acumulan esos recursos si se hace una nueva recarga antes de esos 35 días.
Conexión con vocación social
Con anterioridad, Ernesto Rodríguez Hernández, ministro interino de Comunicaciones, destacó que desde el momento en que Cuba se conectó a Internet a finales del siglo pasado, ha sido una política de la revolución priorizar los servicios de Internet en sectores sociales clave, como la educación, la cultura, la salud y la ciencia, que son fundamentales para el desarrollo del país.
El ministro recordó que, en aquellos tiempos, el servicio de Internet era lento, costoso y se brindaba a través de vías satelitales. A pesar de estas limitaciones, existió siempre la voluntad de conectar a los sectores sociales y científicos que contribuyen al progreso del país.
La política de informatización de 2017 y la estrategia de transformación digital, aprobada el año pasado, reafirman estos principios al priorizar la conexión a Internet en sectores sociales y científicos, así como aquellos que más aportan a la economía.
Rodríguez Hernández también reconoció que los avances en informatización y transformación digital en los últimos años se deben en gran parte al desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones. Actualmente, todas las universidades del país están conectadas y poseen enlaces de más de 100 MB, mientras que el 47% de las escuelas también cuentan con acceso, a pesar de algunas insatisfacciones técnicas.
En el ámbito de la salud, la mayoría de los hospitales, centros de investigación y policlínicos están conectados, lo que ha permitido avanzar en áreas como la imagenología y otros servicios esenciales. Desde 2014, el ancho de banda internacional ha crecido de 2.5 GB a casi 500 GB en 2025, multiplicándose por más de 200 veces.
El desarrollo de la infraestructura permitió el lanzamiento del servicio de Internet móvil en 2018, que ha sido el más demandado por la población. Al inicio del servicio, había aproximadamente 5.3 millones de móviles, y hoy se cuentan más de 8 millones. En diciembre de 2018, solo unos pocos miles tenían acceso a Internet; actualmente, siete millones de líneas están habilitadas para navegar.
El crecimiento del servicio de Internet en Cuba ha sido constante, con un aumento significativo en el consumo a través de la red de datos. Gracias a la infraestructura desarrollada, el país pudo enfrentar mejor la etapa de la COVID-19, impulsando el teletrabajo, la educación a distancia y liberando acceso a sitios educativos y profesionales.
Sin embargo, Rodríguez Hernández enfatizó que todo esto tiene un costo elevado, que es superior a la media internacional, en gran parte debido al bloqueo. Este costo no es solo económico, sino también tecnológico, comercial y financiero, lo que representa un desafío continuo para el desarrollo de las telecomunicaciones en Cuba.