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Una innovación en el soporte y codo de la grúa VIGAN, única de su tipo en esta provincia para la descarga de cereales, fue probada con éxito por estos días, durante la operación de un buque en los muelles del puerto de Cienfuegos.
Digzan Martínez Vergara, director de la Unidad Empresarial de Base Cereales Cienfuegos, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que gracias al esforzado trabajo de los innovadores pudieron alistar en tiempo récord esa plataforma de descarga, y mantener el trasiego del alimento, sin pago de sobrestadía.
Martínez Vergara calificó de muy novedosa la innovación, que dio respuesta a la rotura ocasionada en esa parte del brazo de la grúa, en diciembre pasado, cuando cerraban las bodegas de una embarcación.
Sandra Abreu Rodríguez, jefe técnica de la entidad, agregó que el codo, como se le conoce popularmente, cuesta más de 40 mil euros en el mercado exterior, y esperar a adquirir otro y su arribo al país propiciaría detener la manipulación de esa carga y pago por estadías largas.
Dilo que ya facturaron la pieza y cuando arribe la van a conservar de repuesto, por si falla el prototipo innovado por los trabajadores de esta industria.
Explicó que fue un trabajo complejo porque los obreros laboraron a una altura considerable durante el montaje de la articulación, con un izaje combinado con otras grúas.
Desde enero, Enrique Ramos Herrera, Yasmani Mendoza Lara, Nairobi Álvarez, y Lázaro Adrián Martí, entre otros, conformaron un equipo de innovadores de experiencia y jóvenes mecánicos y torneros, para emprender la tarea de innovar ese accesorio con recursos nacionales.
Ramos Herrera, quien es jefe de mantenimiento de la industria, explicó que ese apéndice tiene características especiales, al estar conformado por varios componentes como el hierro fundido, molibdeno, vanadio, níquel y acero, además de poseer un tubo antifricción para la bajada del trigo sin dañar la pared interior.
Contó que en el central 14 de Julio encontraron materiales resistentes, pero el diámetro del conducto es de 450 milímetros (mm) y solo consiguieron uno de 500 mm, por eso con apoyo de la empresa Serviquímica lo ajustaron según el eje requerido.
Luego, en el taller de Cereales comenzaron a conformar el codo, con el radio necesario para estructurarlo de forma similar al averiado, hasta que tras largas jornadas completaron el trabajo.
Ramos Herrera aseguró que la prueba de fuego de la pieza construida tiene lugar ahora en la descarga de un barco de cereales, donde el boom de la grúa debe succionar el grano de las bodegas hacia los transportadores.
Según Reynaldo Meneses Rodríguez, operario del sistema computarizado de descargas en el muelle, el codo quedó casi como el original y hasta el momento funciona a la perfección, con un régimen de descarga de 250 toneladas por hora.
