El universalmente reconocido maestro cubano del piano y de la música Frank Fernández celebra hoy sus 80 años de vida, dueño de una trayectoria ensalzada por su virtuosismo.
Fernández, oriundo de Mayarí, en la oriental provincia de Holguín, vive también sus 65 años de vida artística, y en su catálogo como compositor atesora más de 200 obras para coros, orquestas sinfónicas y de cámara, además de composiciones para cine y televisión, que le han valido importantes premios en diferentes certámenes.
Según reseñas sobre su vida y obra, en muchos países es considerado «el creador de la escuela cubana de piano contemporáneo».
El maestro es intérprete de casi todos los géneros clásicos y populares, y es loable su trabajo de promotor cultural en Cuba.
Un pilar en el aval de Frank Fernández es su conocimiento de la famosa escuela rusa de piano, cimentado durante los cinco años de estudios superiores realizados con el gran pianista y profesor Emérito Víctor Merzhánov, en el Conservatorio Tchaikovski de Moscú, culminados con Summa cum laude.
Ha sido jurado en múltiples concursos tanto nacionales como internacionales.
Es fundador del Instituto Superior de Arte de Cuba y la Cátedra de Piano de América Judith James en Venezuela.
Nacido un día como hoy de 1944, este laureado músico ha sido reconocido por el público y la crítica de 34 países, y hasta el momento, es el único cubano que ostenta la Medalla Pushkin, otorgada directamente por el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Fernández es merecedor del Premio de Honor del Cubadisco, por el trabajo de toda una vida; del Primer Gran Premio de Música Clásica, por el disco Lecuona-Gershwin; y el Premio Rafael Alberti (por sus contribuciones a la humanidad), entre otros galardones, distinciones y reconocimientos que suman más de 200.
Está catalogado como uno de los magistrales intérpretes de los momentos más sublimes de la música universal, y por tanto, uno de los pianistas más grandes del mundo contemporáneo.