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Cienfuegos recuerda al Benny en el aniversario 61 de su muerte

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Fallecido el 19 de febrero de 1963 en La Habana, Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez o sencillamente Benny Moré, como fue popularmente conocido, constituye una de las figuras cimeras de la música popular cubana.  Realmente es un símbolo. Tuvo una vida muy breve pero fecunda.

Más allá de sus cualidades como artista sobresalió además por su sencillez, por ese modo de actuar y disfrutar ese contacto estrecho y cotidiano que tuvo con su pueblo, e incluso con múltiples hombres y mujeres que disfrutaron de sus originales presentaciones a nivel internacional.

Y es que él calificado como El Bárbaro del Ritmo y como El sonero Mayor de Cuba, resultó ser un singular intérprete, compositor y director de lo que catalogó como su Banda Gigante.

Benny Moré nació el 24 de agosto de 1919 en Santa Isabel de las Lajas, en la actual provincia de Cienfuegos. Su familia llegó a ser muy numerosa. Además por ser de origen muy humilde y de la raza negra, tuvo que enfrentarse resueltamente a la vida.

Desde la etapa de su niñez laboró en áreas agrícolas y también fue limpiabotas. También en su juventud fue carretillero y después trabajó en el central “Vertientes” en la provincia de Camagüey.

Desde muy joven había aprendido a tocar la guitarra y como le gustaba cantar solía autoacompañarse con este instrumento. Cuando contaba 22 años decidió crear un dúo con José Luis Bolívar, y entonces se presentó en disimiles fiestas y serenatas.

En 1942 se marchó de su poblado natal hacia Vertientes y después integró un trío. Su primer encuentro con La Habana se produjo en 1943 en la que recorría las calles cantando en diversos lugares.

Posteriormente  formó parte del cuarteto Cordero y seguidamente integró el conjunto Cauto.

Durante varios años de continuó peregrinar por calles y otros lugares de La Habana pudo integrar la agrupación que dirigía Miguel Matamoros, con quién viajó en 1945 a México.

En ese país grabó varios discos y cantó en cabarets y en otros centros. Cuando concluyeron las presentaciones del conjunto de Matamoros él decidió  quedarse en México donde siguió cantando y realizó grabaciones con distintas orquestas, entre ellas con la que dirigía  Dámaso Pérez Prado, conocido como el  Rey del Mambo.

Con el deseo de triunfar en su país natal en 1950 Benny retornó a Cuba. Cantó inicialmente con la Orquesta de Mercerón. Actuó en la Cadena Oriental de Radio, de Santiago de Cuba. Hizo una gira después por la provincia de Oriente. Seguidamente se trasladó a La Habana.

Tras haber cantado con varias de las mejores orquestas cubanas decidió fundar en 1953 una agrupación bajo su dirección.

Así surgió la Banda Gigante, “la Tribu” como solía decirle, integrada por 21 músicos. Su carrera de éxitos fue vertiginosa. Adquirió rápidamente gran fama a nivel nacional e internacional.

Con el decursar del tiempo muchas de sus interpretaciones alcanzaron una significativa popularidad, entre ellas la que dedicó a su poblado natal Santa Isabel de Las Lajas y a otros lugares de su Cuba querida.

Sus presentaciones constituían todo un original espectáculo no sólo por la calidad de la agrupación sino además por la forma tan original de Benny para simultánear el canto con la dirección de la banda, ya fuera a través de una palabra pronunciada con énfasis y acompañada del movimiento de su brazo en el que empuñaba una batuta o hasta por el vestuario y el sombrero que solía utilizar.

Pero sobre todo sobresalía por ese modo tan espontáneo de interrelacionarse con el público. Benny llegó a ser todo un ídolo para los bailadores y de los amantes de la música popular cubana en general.

Su última presentación la realizó, pese a hallarse enfermo,  el 16 de febrero de 1963 en el poblado de Palmira en la actual provincia de Cienfuegos.

Desde allí fue trasladado hacia La Habana. Inicialmente él quiso que lo llevasen hacia su casa en el reparto La Cumbre en el barrio de San Miguel del Padrón, para estar junto a sus familiares. Incluso se cuenta que para tratar de tranquilizarlo se mantuvo jaraneando y contando historias pero ya el 18 perdió el conocimiento y entonces fue ingresado en el Hospital de Emergencias donde resultó atendido. Pero ya poco se pudo hacer y la cirrosis hepática que lo afectaba provocó su muerte.

Ya desde que se  había conocido que el Bárbaro del Ritmo se encontraba delicado en ese centro hospitalario muchos habitantes de La Habana comenzaron a presentarse espontáneamente en el hospital para interesarse por su salud. Tantas personas fueron que el Gobierno cubano decidió que los partes médicos del Benny se divulgarán por la prensa y la televisión.

A la una de la tarde del 18 de febrero Benny Moré cayó en coma y al amanecer del amanecer del siguiente falleció. Enseguida se le rindió un emotivo homenaje en el local del entonces Sindicato Nacional de Trabajadores del Arte y Espectáculos, situado en Prado y Ánimas,  desde donde en horas del medidodía partió el cortejo fúnebre hacia Santa Isabel de Las Lajas, su rincón querido, donde había pedido que fuese enterrado.

En múltiples ocasiones Benny Moré se presentó de manera específica en diversos lugares de La Habana. Particularmente se le recuerda  en el Alí Bar, centro de recreación del barrio de Lawton en el actual municipio de Diez de Octubre. Precisamente al Alí Bar se le identifica como el rincón del Benny.

En la actualidad el nombre de Benny Moré sirve para identificar en la capital cubana a un gran salón donde en forma periódica se presentan espectáculos con orquestas y grupos de gran relevancia en nuestro país.

Es el salón rosado de la Tropical que se localiza en la avenida 41 esquina a calle 46 en el municipio Playa.

También se identifica como Benny Moré el estudio teatro número 1 de la emisora Radio Progreso donde él se presentó junto a su banda gigante y se recuerda y se retrasmite una creación que a manera de descarga él improvisaba y en la cual señaló con particular relevancia y emotividad: “Benny Moré en la Onda dela Alegría otra vez…”

Al cumplirse este 19 de febrero del 2023 el aniversario 60 de su desaparición física Benny Moré sigue estando presente no sólo en la historia de la música popular cubana sino además en el desarrollo de esta manifestación artística en nuestro país porque hombres como él continúan y continuarán a través del tiempo siendo puntos de referencia.

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