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Los científicos aprenden a predecir el efecto de los productos rejuvenecedores

En la Universidad Médica de Tiumén (TMU por sus siglas en ruso), en colaboración con el Centro Científico de Tiumén de la Academia de Ciencias de Rusia y el Centro de Tecnología Deportiva de la Universidad de Suecia Media, se desarrolló un conjunto de métodos para evaluar cuantitativa y cualitativamente el efecto rejuvenecedor de diferentes compuestos. Los resultados se publicaron en la revista International Journal of Molecular Sciences.
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En la Universidad Médica de Tiumén (TMU por sus siglas en ruso), en colaboración con el Centro Científico de Tiumén de la Academia de Ciencias de Rusia y el Centro de Tecnología Deportiva de la Universidad de Suecia Media, se desarrolló un conjunto de métodos para evaluar cuantitativa y cualitativamente el efecto rejuvenecedor de diferentes compuestos. Los resultados se publicaron en la revista International Journal of Molecular Sciences.

Según explicó el responsable del proyecto, el profesor titular Yuri Sujovéi, la mayoría de los productos cosméticos rejuvenecedores están diseñados para hacer que los fibroblastos del tejido conectivo de la dermis produzcan más ácido hialurónico, colágeno y elastina, que mantienen la piel en forma. Según él, en el mercado farmacéutico hay una gran cantidad de empresas que se especializan en “inyecciones de belleza”. A menudo se agregan aditivos biológicamente activos al ácido hialurónico para mejorar la acción del producto.

Sin embargo, el paciente que desea recurrir al tratamiento antienvejecimiento no sabe con certeza qué efecto tendrá una u otra inyección rejuvenecedora en sus propios fibroblastos. En el estudio, los científicos de Tiumén llevaron a cabo ensayos con el uso de muchos productos para la biorrevitalización.

“Los resultados obtenidos permitieron formular los conceptos básicos del enfoque celular para evaluar cuantitativamente el envejecimiento de la población celular y mantener un número de células jóvenes”, señaló la empleada del Departamento de Microbiología de la TMU, Elena Kostolómova.

Agregó que el ensayo incluye el análisis mediante citometría de flujo (estudio de objetos biológicos individuales).

En la práctica, el nuevo método implica que el paciente acuda a la clínica, se le tome una muestra de piel de un milímetro de tamaño (generalmente se la toma de las nalgas para minimizar la invasión), se envía la muestra al laboratorio y se aíslan los fibroblastos. Luego, los fibroblastos se hacen “crecer” y se les agrega el producto que el paciente planea inyectarse en la cara con el objetivo de rejuvenecerla.

El resultado que indica la eficacia hipotética del producto llega en dos semanas. Además, según Elena Kostolómova, se pueden probar varios productos al mismo tiempo: “Tomar toda una serie y ver qué producto hace que las células sinteticen colágeno y elastina de manera más eficaz, cuál es peor y cuál tiene un efecto citotóxico”.

Según los científicos, este método se puede emplear con éxito para analizar compuestos naturales con el fin de seleccionar aquellos que tienen un prometedor efecto antienvejecimiento y rejuvenecedor.

“La estrategia orientada a las células tiene ciertas ventajas sobre los estudios en vivo: se realizan más rápidamente y no tienen muchos problemas éticos y de seguridad”, señaló la empleada del Departamento de Microbiología.

Además, agregó que la metodología propuesta para evaluar la edad es bastante general y puede usarse para evaluar cuantitativamente el hipotético efecto antienvejecimiento y rejuvenecedor de diferentes métodos.

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