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A Eida Díaz Padrón y Doraimis Valdivieso Travieso, integrantes del proyecto Mariposas de Cienfuegos, de la ciudad homónima, las unen años de lucha contra el cáncer de mama, enfermedad crónica no transmisible, cuyo Día internacional celebran este 19 de octubre.
Con el objetivo de recuperar física y psicológicamente a las mujeres afectadas por la enfermedad nació dicho grupo hace un año y hoy constituye un fuerte eslabón en la batalla de las féminas mastectomizadas, porque luego de la intervención quirúrgica y los tratamientos paliativos encuentran en ese colectivo el apoyo emocional necesario para continuar.
Díaz Padrón, operada de un carcinoma grado II de mama derecha e impulsora del proyecto en la ciudad cabecera, destacó a la Agencia Cubana de Noticias que han sido 12 meses de trabajo muy bonitos, empezaron con seis pacientes en el policlínico de Tulipán y hasta le fecha 147 mujeres de las ocho áreas de salud de la capital provincial integran la iniciativa.
Agregó que en otras localidades surgieron grupos similares, como Mariposas de Jagua, de la comunidad costera Castillo de Jagua-Ciudad Nuclear, o Mariposas del Guamuhaya, del municipio montañoso de Cumanayagua.
Expresó que crearon alianzas con las carreras de Psicología y Psicopedagogía de la sede universitaria Conrado Benítez y con la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez, al tiempo que realizan actividades en casas de abuelos y participan en eventos de Electromedicina con manualidades.
Para Doraimis, con una mastectomía desde hace 10 años, “Mariposas” resultó un cambio importante cambio en su vida, ahora sale más de la casa, va a la playa con las demás, tiene charlas con jóvenes y estudiantes, ríe, conversa y comparte experiencias.
Mi objetivo, como el de todas, es tener una buena calidad de vida y me parece que esto es una forma de mejorar, disfrutar, distraerme, porque recitamos poesías, cantamos, bailamos y así me siento hasta más joven, confesó.
Coincidentemente, un día como hoy, pero de 1960 comenzó el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, una política que obstaculiza la atención a pacientes que sufren cáncer de mama como Eida y Doraimis.
La doctora Dayana Calzada Urquiola, especialista de I Grado en Oncología, argumentó que el tratamiento para el carcinoma de mama en Cuba es similar al de naciones desarrolladas, contamos con inmunoterapia, la cirugía y la quimioterapia.
Dijo que dada la situación actual, agravada por la pandemia de la COVID-19 y la genocida política norteamericana, es más complicado el diagnóstico de la enfermedad por la escasez de insumos.
Asimismo, puntualizó, se dificultan los procederes quirúrgicos, el estudio de las biopsias y pruebas de laboratorio, para las cuales usan anticuerpos en función de determinar si hay ciertos antígenos en una muestra de tejido.
Muchas veces no disponemos de los fármacos ideales, como el Docetaxel y la Doxorrubicina (adriamicina), este último un antibiótico con actividad antitumoral, los cuales pueden producirse en la nación, pero escasean las materias primas, subrayó.
Tenemos limitada la atención a las féminas porque no podemos adquirir las prótesis para después de la mastectomía, comentó la especialista de I Grado en Medicina General Integral.
Sin embargo, ante problemas de ese tipo aparece la inventiva de los innovadores cubanos, por ejemplo, Kenia Morales Garrido, licenciada en Orto-prótesis en el Centro de Ingeniería Clínica y Electromedicina del territorio, diseñó un implante de tela, avalado por los médicos y utilizado por muchas pacientes, entre estas algunas miembros de Mariposas de Cienfuegos.
