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De sus 78 años, Miguel Ángel Civaldi Padilla ha estado cerca de una década al cuidado del personal del Hogar de Ancianos Hermanas Giralt, ubicado en la ciudad de Cienfuegos, en la provincia homónima, donde brindan una esmerada atención a ese grupo etario.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, Civaldi Padilla, presidente del Consejo de Ancianos de la institución, expresó que, pese a la difícil situación económica ocasionada por el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba, tienen garantizados los servicios indispensables, por ejemplo, alimentación, avituallamiento y asistencia médica, ya sea en el policlínico Cecilio Ruiz de Zárate o en el hospital Dr. Gustavo Aldereguía Lima.
Destacó que el Estado cubano asume el pago del mayor porcentaje del precio del alojamiento y para él, débil visual, combatiente internacionalista en Angola y en la lucha contra bandidos, constituye un honor saber que la Revolución lo tiene presente.
El doctor Delvis Oliva de León, director del Hermanas Giralt, señaló que, con 170 capacidades aprobadas y 152 cubiertas hasta la fecha, dicho centro es el de mayor volumen de acogida de adultos mayores dependientes con trastornos físico-motores y mentales, como demencia, en el territorio.
Dijo que cuentan con seis salones —dos de mujeres y cuatro de hombres—, cuyos ocupantes son atendidos por médicos, enfermeras y los especialistas de los departamentos de Terapia Física y Rehabilitación, Terapia Ocupacional, Trabajo Social y Nutrición; mientras disponen de los servicios de lavandería, ropería, costura y peluquería-barbería.
De igual modo, precisó, laboran en función de la mejora continua de la hostelería y la alimentación y en la modificación de los indicadores de calidad, entre estos, la experiencia de caídas, úlceras por presión y morbilidad, la cual en estos momentos se mantiene en cero, un gran logro si se tiene en cuenta que el promedio de vida supera los 75 años.
Augusto Oquendo Cruces, licenciado en Enfermería y supervisor de la calidad de la atención a los abuelos, es el encargado de la capacitación para el cuidado de ese grupo etario y velar por el correcto desarrollo de los procesos al interior del hogar.
Dado que muchos pacientes no tienen validismo o es casi nulo, argumentó, precisan de cuidados específicos porque van disminuyendo las funciones de la visión, la movilidad, el gusto, el tacto, y por eso los profesionales de la salud deben tener los conocimientos necesarios, ya que esta es una labor de consagración y sentido de pertenencia.
Carmen Sarría Pérez, trabajadora social, explicó que los interesados en el servicio deben hacer una solicitud y presentar evaluación geriátrica y psicológica, resumen de historia clínica, consentimiento informado y certificado médico donde no consten padecimientos infectocontagiosos ni psiquiátricos, como esquizofrenia u otros.
A fin de tratar enfermedades crónicas y ejecutar acciones con carácter preventivo, desde el departamento de Terapia Física y Rehabilitación los residentes son evaluados por el fisiatra y un equipo multidisciplinario integrado por la psicóloga y la podóloga, entre otros.
La fisioterapeuta Elizabet Vázquez Besú manifestó que el objetivo es fomentar la salud, el autocuidado, prevenir el deterioro de funciones y restaurar aquellas alteradas, mantener las capacidades residuales el mayor tiempo posible, y añadió que para eso disponen de lámparas de infrarrojo, corriente, hidromasaje de miembros superiores e inferiores, ultrasonido terapéutico, cama magnética, banco mecánico, barras paralelas y bicicleta.
Alina Casanova Paredes, responsable de la Terapia ocupacional, puntualizó que realizan gimnasia terapéutica con el apoyo de instructores del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, además de la Universidad del Adulto Mayor, charlas educativas, juegos pasivos, visitas a museos y encuentros intergeneracionales.
Rosa Margarita Fleites Rodríguez, de 74 años, tres de los cuales ha permanecido en el hogar, comentó que les proporcionan artículos para la higiene, desde jabón y champú hasta desodorante, les brindan las seis comidas diarias, muy bien elaboradas, a pesar de la crisis económica.
Agregó que a menudo realizan actividades recreativas, sobre todo en fechas especiales como fin de año, el día de las madres y de los padres.
“¿Qué más les puedo decir?” Y en esa interrogante Fleites Rodríguez encerró todo el agradecimiento hacia los trabajadores del centro, quienes velan cada día por la calidad de vida y el bienestar de los pacientes, en una provincia con más de 85 mil habitantes que superan los 60 años.
La red de atención al adulto mayor en Cienfuegos está conformada por cinco hogares, con capacidad para 385 residentes, y una treintena de Casas de Abuelos con más de 800 plazas.
