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Alejandro Gil: Los fundamentos para cambiar la situación están en producir más

El cierre oficial de la economía en el año 2022 y el comportamiento en los primeros meses de 2023 fue presentado este sábado a los diputados por el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
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El cierre oficial de la economía en el año 2022 y el comportamiento en los primeros meses de 2023 fue presentado este sábado a los diputados por el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.

Al presentar los resultados del pasado año, informó que aunque la proyección era lograr un crecimiento en el entorno del 4%, solo se alcanzó un 1.8%. 

Recordó que en 2020 el decrecimiento fue de un 10.9%, por lo que la recuperación global es de tan solo 3%.

“La caída es mucho más acentuada que la recuperación”, dijo, y añadió que “el PIB por sectores refleja una recuperación asimétrica”.

Como las actividades de mayor crecimiento, mencionó el turismo, el transporte, las comunicaciones y los sectores sociales de la educación, cultura y deportes.

“Cada vez que hablamos de crecimiento, tenemos que tener en cuenta que partimos de un período previo donde casi estábamos paralizados”, recordó.

En contraste, las mayores caídas se reportan en actividades primarias vinculadas a la producción como la agricultura, la ganadería y la silvicultura, la industria manufacturera, el comercio y la electricidad.

“Esto debemos concatenarlo con la inflación, porque, más allá de los precios, es un asunto que se inicia con el déficit productivo”, dijo.

Señaló que el PIB no alcanza los valores del 2019 (año prepandemia), con una brecha en el entorno del 8%. Las actividades primarias reportan valores negativos del -34.9%, los secundarias del -20% y las sociales, -4.9%.

“La situación que está viviendo la población referente a la oferta y los precios tiene, por supuesto, un conjunto de distorsiones. No estamos todavía al nivel del 2019 y tenemos una brecha que es bastante amplia, sobre todo en la industria manufacturera”, dijo el ministro de Economía y Planificación.

Comentó que se han ido recuperando las actividades sociales, la salud, la educación, la cultura y el deporte, pero prácticamente ninguna de las actividades productivas que generan realmente las riquezas ha tenido crecimiento. “Mantenemos una tendencia a la caída en los niveles de actividades”.

Las medidas de incentivos a la producción –dijo– son las que nos pueden conducir a seguir adelante y en estas se debe enfocar el análisis para la recuperación gradual de la economía.

Sobre la marcha de la economía en los primeros meses de 2023, Gil Fernández informó que solo se ha logrado captar 1 282 millones de dólares por exportaciones de bienes y servicios, el 35.7% del plan del año o 94 millones de dólares menos de lo previsto, lo cual tiene un efecto directo en las actividades que demandan divisas.

“Entre los elementos principales del plan de la economía está el ingreso en divisas a partir de las exportaciones de bienes y servicios, la fuente principal para financiar los gastos previstos en el plan”, afirmó.

“Las exportaciones, por ejemplo, tienen un costo, que es producir. El turismo también lo tiene. Es decir, todo lo que exportamos tiene un costo. Las ganancias del país están en el margen neto, en las utilidades que dejen esas exportaciones más que en el valor absoluto exportado.

“Las remesas son otra fuente de divisas para el país. Por está razón, se deben mantener abastecidos los mercados, ahí el costo, para que fluya el dinero al país”.

De acuerdo con el ministro, “no se alcanzan los ingresos previstos por las exportaciones de níquel, azúcar, miel y carbón vegetal. Mejores resultados obtienen el tabaco, el ron, los productos del mar y los biofarmacéuticos”.

Sobre los servicios de telecomunicaciones, informó que mantienen una tendencia al decrecimiento en la captación de divisas desde el exterior, dado el aumento de las ventas en CUP. “Esto es bueno para la población, pero afecta la recaudación externa”.

Los créditos son otra fuente de financiamiento de la economía en divisas. Sobre estos, explicó que tienen el costo de las tasas de interés. A diferencia de las remesas y las exportaciones, el crédito debe devolverse, y con tasas de interés.

“Los déficits de ingresos por exportaciones que tenemos no se pueden suplir con créditos. Necesitamos cumplir con las exportaciones para asegurar las actividades que están previstas en el plan de la económica”, advirtió el vice primer ministro cubano.

En cuanto al turismo, dijo que ya se han recibido 1.3  millones de visitantes, el 80% de lo previsto en el plan. Esa cifra es solo el 51.1% de la registrada en igual etapa de 2019, previamente a la pandemia.

Gil Fernández informó que se cumple el plan de turistas/días ingresos por divisas. En el caso del turismo nacional, se acumulan 2.9 millones turistas/días y se prevén 7.6 millones de turistas/días al cierre de 2023.

“Se debe avanzar con celeridad en la recuperación del sector turístico, que fue duramente afectado por la pandemia”, subrayó.

En otro momento de su comparecencia ante el Parlamento, el vice primer ministro dijo que las exportaciones de las mipymes y los TCP tienen un valor de 6.3 millones de dólares y el rubro principal es el carbón vegetal. Este registro es solo el 0.2% de las exportaciones cubanas.

En cuanto a las importaciones del país, apuntó que al cierre del primer semestre ascendieron a 4 368 millones, el 33.8% del plan anual. Explicó que en el incumplimiento influye, en lo fundamental, el déficit de divisas en el país. El 91.2% corresponde a empresas estatales y mixtas y el 8.8% a formas no estatales.

“Las micro, pequeñas y medianas empresas privadas importan bienes por el equivalente a 246 millones de dólares, con marcada tendencia a la importación de bienes finales para la venta, aspecto sobre el cual hay un amplio debate, sobre todo por los altos precios y la existencia de capacidades ociosas en nuestra industria, que por déficit de materias primas e insumos está dejando de producir para el pueblo”.

Subrayó que, en general, “se requiere un esfuerzo grande en el segundo semestre para asegurar el cumplimiento de los ingresos del país por exportaciones”.

Según Gil Fernández, el plan del año asciende a 3 587 millones de dólares, por lo que “en el segundo semestre se necesita ingresar 2 305 millones, con un promedio mensual de 384 millones, cuando el promedio mensual del primer semestre fue de 214 millones”.

Afirmó que se deben lograr políticas fiscales y tributarias que sean incentivos para la importación de materias primas e insumos que permitan encadenarse con la producción nacional y que, de esta forma, se alcance un aprovechamiento de los recursos y capacidades para una reducción de costos. “Así tendremos mayores ofertas y precios más asequibles”.

En otro momento de la presentación ante los diputados, al referirse al panorama empresarial cubano, precisó que actualmente está compuesto por 16 253 entidades: 2 422 estatales, 5 138 cooperativas, 103 empresas mixtas, 8 590 mipymes privadas y 596 000 trabajadores por cuenta propia.

“Se concluyeron las propuestas de tipologías de empresas estatales y se avanza en la determinación de los principios a aplicar en cada tipología, mecanismos de acceso a recursos, gestión de la fuerza de trabajo, determinación de salarios y formación de precios y relaciones financieras con el Estado”.

El ministro de Economía y Planificación advirtió que, en un contexto de desabastecimiento y limitaciones en el acceso a combustibles, se manifiestan igualmente distorsiones con marcada tendencia a la dolarización y, en el caso de los actores no estatales de la economía, con retención de divisas en el exterior para pagar a proveedores, sin pasar por el sistema bancario nacional.

De acuerdo con los datos ofrecidos por el vice primer ministro, el sistema empresarial estatal emplea a 1 431 000 trabajadores. Entre socios y trabajadores, las mipymes y las nuevas cooperativas no agropecuarias ocupan a 236 917 personas.

Del total de entidades estatales, 11 874 son empresas estatales, 270 sociedades mercantiles de capital 100% cubano, 159 empresas filiales y 119 mipymes.

El sistema empresarial estatal aporta el 92% de las ventas netas del sistema empresarial del país, el 75% de las exportaciones de bienes y servicios y el 87% del PIB (incluidos los sectores de educación y salud pública).

Gil Fernández señaló que al cierre del primer semestre del año, la situación económica del país continúa impactando desfavorablemente en la gestión de las empresas estatales.

“Entre los aspectos con mayor incidencia se mantienen la falta de financiamiento oportuno en divisas, los pagos retenidos a proveedores, la insuficiencia de materias primas e insumos, las restricciones en la asignación de combustible y la aplicación, en algunas actividades, de precios y tarifas centralizados que no cubren los costos y gastos de la actividad principal, como mecanismos de protección a la población y la economía”.

Según el ministro de Economía y Planificación, las transformaciones fundamentales que requiere el sistema empresarial están relacionadas con los mecanismos de acceso a los recursos, la gestión de la fuerza de trabajo, la determinación de los salarios, la formación de precios y las relaciones financieras con el Estado.

“Otra acción fundamental en la que se trabaja es la elaboración de la propuesta de Ley de Empresas, cuya presentación está prevista para el presente año”.

Más adelante, precisó que la inflación interanual registra un 45.48%. Los alimentos, bebidas y transporte concentran más del 80% del efecto inflacionario. “Para enfrentar esta situación, se ha conformado un programa de estabilización macroeconómica con diversas acciones en determinados ámbitos”.

Añadió que “tenemos una tendencia a la dolarización, a cobrarnos y pagarnos en dólares”, tanto entre actores económicos estatales como entre estatales y no estatales.

“Existe una demanda artificial de divisas, eso hay que corregirlo. La divisa debe entrar al país vía exportaciones y tendrán divisas quienes la generan directamente”.

Referente a la inversión extranjera, informó que en el primer semestre se incorporaron 15 nuevos negocios, tres de ellos en la ZED Mariel, por un monto de inversión que supera los 437 millones de dólares. “Esto representa un incremento con respecto a igual período del año anterior, cuando se aprobaron nueve nuevos negocios por 225 millones de dólares”.

Esos negocios corresponden a la producción de alimentos (4), el turismo (4), la comercialización mayorista de alimentos, insumos, maquinarias y productos de primera necesidad (3), la industria biotecnológica y farmacéutica (1), la industria textil (1), la producción literaria (1) y la prestación de servicios asociados a la infraestructura hidráulica (1).

Se prevé que en lo que resta de año se incorporen 22 nuevos negocios de inversión extranjera, fundamentalmente en el comercio mayorista y minorista, el sector agroalimentario, la producción de envases, el turismo, la minería, la energía y la construcción.

Están en fase avanzada de negociación cinco proyectos para la comercialización mayorista y minorista de productos alimenticios y no alimenticios y se aprobaron cuatro nuevos negocios para la producción de carne de cerdo, res y pollo, queso y otros derivados lácteos, los cuales destinarán una parte de sus producciones a abastecer el mercado nacional.

De ellos, dos tienen previsto comenzar sus operaciones a finales de año.

El ministro de Economía y Planificación afirmó que el complejo contexto demanda de una atención priorizada a las personas y comunidades en situación de vulnerabilidad.

“La concepción de desarrollo no solo se expresa en crecimiento económico, sino también en el incremento de la satisfacción de la población y el aumento de la calidad de vida, en la reducción de las desigualdades económicas y sociales, así como en una forma de redistribución más justa de lo producido”.

Informó que al cierre del primer semestre, cobran el salario mínimo 22 395 trabajadores, 1.5% de los ocupados en el sector estatal. Por otra parte, el 44% de los pensionados de la seguridad social (724 329) reciben una pensión igual o inferior a la mínima del país.

“A lo social hay que darle una alta prioridad. El país ha tenido que adoptar un grupo de decisiones que, sin dudas, generan brechas de equidad, aunque su propósito es favorecer de manera directa o indirecta a toda la población.

“Es por ello que, también en la medida de las posibilidades, pues todo depende de recursos, se deberá ir ampliando y perfeccionando la atención a las personas, familias y comunidades en situación de vulnerabilidad; eliminar los tratamientos igualitarios y concentrar la asignación de los recursos en las personas que realmente los necesitan”.

Reiteró que “en este complejo contexto, con insuficiencia de divisas y de recursos materiales, recrudecido bloqueo y lenta recuperación económica, el país no puede descuidar su desarrollo”.

Es por ello que “durante el primer semestre se pusieron en explotación y concluirán en el año un conjunto de inversiones importantes, con efecto en el pueblo”.

Entre esas inversiones, citó el programa hidráulico, el programa de cambio de matriz energética, el programa de trasvase, así como la fábrica de muebles de Holguín y la Antillana de Acero. También mencionó inversiones en la industria alimentaria y la biotecnológica, en las transportaciones y el programa energético.

Al finalizar su intervención, el ministro reiteró que “la recuperación gradual de la economía no alcanza aún el ritmo necesario”.

“Se requiere avanzar con mayor celeridad en las medidas que están vinculadas con la captación de divisas, el aumento de las producciones nacionales, el control de la inflación, la estabilidad del sistema eléctrico nacional y de los combustibles y el ordenamiento de las relaciones entre los diferentes actores económicos”.

“El Gobierno no está detenido. Se trabaja y existen medidas concretas en cuya implementación se avanza”, afirmó.

Para el segundo semestre del 2023, el esfuerzo principal en la estrategia de la recuperación económica y social deberá concentrarse en:

1. Adoptar las medidas en el sistema empresarial y a todos los niveles, con la participación de los trabajadores, para asegurar el cumplimiento del plan de exportaciones del año.

2. Priorizar las medidas que permitan incrementar los ingresos en divisas.

3. Priorizar la atención a personas, familias y comunidades en situación de vulnerabilidad.

4. Realizar, en cada municipio, los balances de producción y demanda de alimentos, identificando en qué renglones puede ser autosostenible.

5. Implementar las regulaciones que estimulen la importación, por todas las formas de gestión, de materias primas e insumos para producir en el país.

6. Ordenar las relaciones del sector estatal y no estatal de la economía. Asegurar que todos los sectores tributen al desarrollo económico y social del país en beneficio del pueblo.

7. Priorizar las medidas del programa de estabilización macroeconómica, con incidencia directa en el control de la inflación.

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