Los científicos cubanos mantienen un alto nivel profesional a pesar de la creciente agresividad política del gobierno de Estados Unidos, dijo en La Habana, Max Puig, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, de República Dominicana.
Su delegación llegó a ser una de las más representadas en ese encuentro múltiple, de nueve eventos, incluido el primero de Fundaciones y Organizaciones Unidas por el Clima, y cuatro conferencistas nacionales y extranjeros sobre turismo, economía y transformaciones climáticas.
Una de esas exposiciones estuvo a cargo del propio Puig, bajo el título de Desafíos políticos, económicos y sociales en la agenda climática y ambiental.
En su condición de Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de 2004 a 2007 en su país, promovió la creación del Corredor biológico del Caribe, una iniciativa gubernamental de Cuba, Haití, República Dominicana y Puerto Rico.
Su financiamiento corre por cuenta de la Unión Europea y el apoyo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente y en 2014 el acuerdo lo renovaron.
Entonces se creó su sistema de gobernanza, que lo ratifica como mecanismo que incentiva y propicia la cooperación, el intercambio y la transferencia de conocimientos para alcanzar los objetivos de la protección ambiental a través de la cooperación Sur –Sur.
Con posterioridad, su Comité Ministerial aprobó su nueva demarcación, que comprende áreas marinas y terrestres de todas las Antillas Mayores y dos tipos de zonas funcionales: de núcleo de conservación y de conectividad, aunque identificarán otras prioritarias para su restauración por estar desconectadas entre sí.
República Dominicana tiene la mayor superficie del Corredor biológico del Caribe con el 45% de la demarcación, seguido por Cuba, con un 34%, según estadísticas oficiales.