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La finca “La Isabela” constituye uno de los mejores exponentes del vínculo entre productores no estatales y el sector del Turismo en Cienfuegos.
Edey Suárez Martínez al frente de la finca devenida en proyecto de desarrollo local comenta los beneficios para ambos lados de la economía.
“Brindamos una fruta seleccionada, de calidad, para que los visitantes degusten el sabor de los campos cubanos”.
¿Es el sector del Turismo al que mayor aporte ustedes brindan hoy?
“El mayor vínculo que tenemos es con nuestra empresa (Cítricos Arimao) pero uno de los principales clientes sí es el Turismo, con el que pretendemos aumentar el intercambio a mediano y a largo plazo, porque estamos trabajando en función de diversificar más nuestras variedades de frutales”.
“Trabajamos actualmente en un corredor turístico, aquí en nuestras tierras, incluso, tendremos unos túneles para sembrar y producir champiñón, un producto que tiene alto valor nutritivo y que también es muy demandado por los foráneos”.
¿Tienen propuesta una fecha de terminación del sendero turístico?
“Tenemos el reto de terminar antes de finales de año, para lograr un servicio de calidad, que es lo que el pueblo necesita. Hoy estamos en un proceso de inversión, estamos reformando y organizando; necesitamos garantizar transporte y toda la logística, tener estabilidad en las producciones, porque no ganamos nada con prestar un servicio un día y al otro no”.
“La Isabela” desarrolla, además, la producción porcina para brindar servicios en sus instalaciones y a las empresas e instituciones con las que ya colaboran. Hoy tiene convenio con la Empresa Porcina y ya vende cortes de cerdo al Turismo.
¿El vínculo con este sector se limita solamente a la fruta?
“No, también comercializamos jugos, pulpas, que potenciamos primero en la provincia y luego fuera de ella”.
¿Siempre la gestión es a través de Cítricos Arimao?
“No siempre, aunque a través de la empresa vendemos a la Zona Especial de Desarrollo Mariel y a instituciones fuera de la provincia que tienen que ver con el Turismo; pero también lo hacemos directamente nosotros, como productores independientes, gracias a las bondades de las 63 medidas para dinamizar la Agricultura”.
¿Dentro de la provincia, trabajan con todas las instituciones del Turismo?
“No son todas, pero sí hemos trabajado con Rancho Luna, le hemos vendido a Palmares y también a Guajimico”.
¿Con cuáles ha tenido vínculos fuera del territorio?
“Comercializamos con Oro Rojo y varios hoteles de La Habana. Tenemos también otras propuestas para ampliar nuestro alcance, pero necesitamos mejor equipamiento. Lo que hemos hecho hasta ahora ha sido rústico, empírico, aunque con el deseo y la voluntad de hacer”.
¿Qué importancia le atribuye a este vínculo con un sector tan estratégico?
La importancia es mucha. Como finca, nos trae gran beneficio, visibilidad, prestigio. También trae beneficios para nuestro municipio, para la provincia. Ese es el objetivo final, que nuestro país siga desarrollándose pese las limitaciones”.
