Lo acontecido en el muelle real Olimpia Medina, de la Perla del Sur, es un hecho auténticamente cubano e irrepetible. Sin estancia en astillero, con limitaciones económicas de todo tipo, está en etapa conclusiva la reparación capital del motor que echa a navegar el remolcador Rafael Cabrera Mustelier, encargado de llevar las patanas con distintas cargas de puerto en puerto, a lo largo de la costa sur cubana.