A ese alto volumen tributó la calidad de la semilla que de forma experimental se utilizó simiente enraizada en semilleros, en vez del tramo de bejuco, por cuanto tuvo una mayor sobrevivencia en los sembrados.
La calidad de la siembra favoreció a este rendimiento porque el equipo realiza estas operaciones de manera uniforme, desde la profundidad de los surcos, y la distancia entre cada planta por lo cual el desarrollo vegetal resulta mucho más adecuado.
Hernández Pérez abundó que allí plantaron solo dos hectáreas (ha), a razón de 45 mil plantas por ha, pero el aparato es capaz de sembrar ocho ha en un día, si dispone de las posturas necesarias, de ahí su alta productividad.
Esa labor, que tradicionalmente requiere de gran fuerza de trabajo y varias jornadas de faena manual, con su consiguiente inversión de salario, ahora solo se acomete en apenas unas horas, con cinco obreros, el conductor de la máquina y cuatro sembradores.
Otro beneficio lo constituye el hecho de aprovechar el moderno equipo el año entero en diferentes cultivos, tanto en la campaña de siembra del tabaco, para cuya actividad la finca dispone de 10 ha, como para la plantación de ají o el propio boniato.
Además de esas ventajas el dispositivo realiza varias tareas a la vez, porque tiene un disco para surcar bien profundo, deposita la plantica a la distancia establecida, y acto seguido la propia máquina arrastra la tierra para tapar la siembra, además de contar con la posibilidad de aplicar la irrigación del agua junto con la siembra.
Señaló el propietario de la granja que el Grupo Empresarial Tabacuba seleccionó algunas fincas a fin de fortalecerlas con equipamientos, e incrementar la cosecha de tabaco.