La Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Cienfuegos aplicó penas severas contra Alnier Chao Navarro y Yarelquis Aguilar Duarte por el asesinato de la joven de 18 años Yoilén de la Caridad Acosta Torriente, del municipio de Cruces, a quien ultimaron el 29 de enero de 2023.
Tras examinar las pruebas documentales, periciales y la declaración de quince testigos, incluida la madre de la víctima, los jueces condenaron a Alnier Chao Navarro a privación perpetua de libertad, al considerar, además, que perpetró este hecho con premeditación, mientras se hallaba en libertad condicional por un delito anterior de robo con fuerza.
Asimismo, sancionaron a 23 años de privación de libertad a Yarelquis Aguilar Duarte por su coautoría y participación en los acontecimientos. En este caso, el Tribunal decidió adecuar la pena, al tratarse de una mujer enferma e involucrada por primera vez en la comisión de un delito.
Las condenas fueron dispuestas según lo establecido en el Artículo 344, inciso g) del Código penal, los cuales fijan sanción de “privación de libertad de veinte a treinta años, privación perpetua de libertad o muerte, a quien mate otra persona”; en este suceso específico “al obrar con premeditación”.
Durante la sesión del juicio oral y público se constataron los cargos imputados a Ochoa Navarro, quien luego de conocer casualmente a la joven e intercambiar números telefónicos, urdió la idea del asesinato, con el fin de despojarla de varias prendas de oro y ganar dinero a costa de ellas.
En pacto con su esposa, la acusada Aguilar Duarte, el sancionado citó a la víctima para un encuentro que tuvo lugar donde él residía, y allí “de manera imprevista y súbita le propinó un golpe por la nuca”, y después terminó por asfixiarla. Al informar a su pareja el cumplimiento de lo acordado, le retiraron a la occisa todas las pertenencias que llevaba consigo.
Juntos trasladaron a la joven ultimada en un saco, oculto en un maletín, hacia la zona de un cañaveral localizado en la carretera de Cruces-Marta Abreu, donde le prendieron fuego en aras de eliminar cualquier vestigio que los vinculara con tal acto. Sin embargo, las trazas de llamadas telefónicas verificadas pusieron en el foco a los dos asesinos, y el 31 de enero de 2023 Chao Navarro admitió la comisión del hecho ante las autoridades policiales. El cuerpo de Yoilén fue hallado completamente carbonizado entre dos surcos de un campo de caña.
El juicio oral cumplió con el debido proceso y todas las garantías para los acusados, así como para la víctima, representada por la madre. A la par de las penas severas, la Sala Primera de lo Penal del Tribunal Popular de Cienfuegos impuso sanciones accesorias, consistentes en la prohibición a ambos culpables de sus derechos y de salida del territorio nacional, y el comiso de los bienes ocupados en relación con un crimen que conmovió a la ciudadanía. También fueron informados del derecho que les asiste a establecer un recurso de casación.