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Las acciones de protección de la capa de ozono deviene entre las principales estrategias del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en la provincia de Cienfuegos.
Julia Magdalena Coba Mir, especialista en políticas ambientales en la delegación territorial del Citma, explica que cumplen con el inventario de los equipos de refrigeración y clima de toda la provincia. el cual brinda información sobre las empresas que todavía emplean gases refrigerentes hidroclorofluorocarbonos (HCFC), considerados muy nocivos para el planeta.
El Reconocimiento “Libre de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO)” lo exhibe actualmente el complejo hotelero Rancho Luna- Faro Luna, instalación abanderada en la eliminación de todos los equipos con HCFC y “el propósito es que otras entidades de la provincia reciban también este sello”, precisa Coba Mir.
Igualmente han ejecutado dos cursos en coordinación con la Universidad Carlos Rafael Rodríguez para la capacitación de los técnicos de refrigeración como parte del plan nacional que persigue eliminar completamente las SAO tipo HCFC para el 2030.
El Citma se vincula con las comunidades y las escuelas en la promoción de iniciativas para la educación ambiental relacionada con el cuidado de la capa de ozono.
Según la Oficina Técnica del Ozono, Cuba es signataria del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y del Protocolo de Montreal, relacionados con el control y paulatina eliminación de la producción y el consumo de productos químicos industriales, dañinos al medio ambiente.
La nación caribeña erradicó totalmente los clorofluorocarbonos (CFC) en la refrigeración doméstica y comercial, así como en la fabricación de aerosoles farmacéuticos e industriales y la supresión completa del bromuro de metilo en la fumigación de semilleros de tabaco, cultivos protegidos de hortalizas, flores, plantas ornamentales, viveros de café y en almacenes de la industria molinera.
La Mayor Isla de las Antillas es uno de los pocos países en desarrollo que dispone de una planta para destruir sustancias agotadoras de la capa de ozono, de tecnología japonesa, construida en la fábrica de cemento de Siguaney, en la provincia de Sancti Spíritus.
