Da buenos lucros unión de Cítrico Arimao y minindustria artesanal en Cienfuegos

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El encadenamiento productivo entre la empresa Cítrico Arimao y la minindustria artesanal de alimentos Las Cocas, del municipio de Cumanayagua en la provincia de Cienfuegos, reporta buenos dividendos en los primeros seis meses de funcionamiento.

Alberto Morales Capote, propietario del pequeño emprendimiento, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que el vínculo con la empresa estatal socialista le permitió reavivar el negocio, porque carecían de la materia prima, y mediante la compra directa de cerdos a particulares se encarecían las producciones.Agregó que también la entidad tiene mayores horizontes para efectuar la comercialización de los surtidos, incluso de alcanzar ingresos en divisa, lo cual beneficia a ambas partes.Por acá, dijo, ponemos la infraestructura construida por iniciativa propia, pero posee todas las condiciones y aprobaciones sanitarias, además adquirimos especias y otros productos requeridos en el proceso, y finalmente ponemos la mano de obra.Junto a Morales Capote, Jordán Castillo Peralta y Henry Reyes Bandon completan el equipo de trabajo en Las Cocas, un reducido colectivo que asume las amplias facetas del procesamiento de los embutidos y del trabajo habitual.Realizamos el sacrificio de los animales seleccionados en la losa sanitaria, hacemos el deshuese, la maceración del cocinado, atendemos el área caliente de los hornos. Aquí recuperamos todos los subproductos del cerdo y los procesamos, desde la manteca en rama, hasta las vísceras que troceamos, salamos, y se empaca retractilada en cajita, manifestó.

Asimismo, los renglones principales como jamón de primera calidad, embutidos ahumados y las costillas salen empacados y retractilados para la venta.

Randy Hernández Yanes, especialista en gestión y marketing de esa entidad, agregó que en los primeros cinco meses de inaugurada, la planta aportó más de tres millones 956 mil pesos por concepto de ventas y 715 mil pesos de utilidades.

Explicó que Cítrico Arimao adquiere los cerdos de traspatio y se llevan a este pequeño enclave, donde asumen todo el proceso, luego recogen las producciones terminadas para la comercialización entre sus trabajadores y la población.

Aseguró que terminan un punto de venta en la localidad, pero mientras comercializan los surtidos al mercado los jueves y los sábados en la cabecera municipal y a los distintos asentamientos como Codicia, Barajagua y Seibabo.

Devenido industria artesanal de alimentos, este proyecto nació en la finca de la familia de Morales Capote, quien ejerció la profesión de maestro por casi 30 años y al jubilarse se hizo cargo de las tierras paternas.

En esos predios hizo resurgir un emporio agrícola coronado dentro del Programa Nacional de la Agricultura Urbana (PNAU) con la categoría de la Triple Excelencia, al contar con 28 subprogramas, entre estos ganado menor, ganado mayor, apicultura, acuicultura, aplicar la agroecología con el desarrollo de la lombricultura.

Refirió Morales Capote como Adolfo Rodríguez Nodal, presidente del PNAU en la década del 90 del siglo pasado, le aconsejaba para hacer un proyecto de finca, mini industria y punto de venta a la población, y así lo hizo hasta ahora cuando se amplíaron al fusionarse con la empresa agrícola del municipio de Cumanayagua.