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Entre las cinco mujeres condecoradas recientemente con la medalla Mariana Grajales en Cuba, Haydee Villavicencio es la única cienfueguera, que por su larga trayectoria y su historia de guerrera integra ese selecto grupo.
“Yo recordé durante la ceremonia que años atrás la orden Ana Betancourt quedó puesta en mi pecho de manos del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y ahora, la nueva condecoración me llegaba del propio Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República”.
Gran parte de la historia de Cienfuegos ha sido untada por el sino de Haydee, quien tuvo por progenitores a un padre zapatero y una madre que alternaba su oficio de conserje de escuela con las manualidades de lencería, para las altas capas sociales de una ciudad aburguesada.
Quien acaba de recibir la más alta condecoración que otorga la FMC no tiene a menos contar que nació en un barrio muy pobre en la zona del ferrocarril de Arango, donde iban a vivir los campesinos carboneros llegados a la ciudad.
La “Villavicencio” siempre estuvo en la génesis de cuanto ocurrió en el devenir cienfueguero, de ahí que como se había graduado de maestra normalista en el año 1959, ejerció la profesión en la zona rural de Palmira y luego en el Abra de Castellón en la montaña de Cumanayagua.
Allí estaba cuando comenzó en esa zona la lucha contra bandidos, por cuanto debió enseñar a leer y a escribir a algunos integrantes del batallón de la Sierrita, para después vincularse a la campaña de alfabetización en la pre-montaña de Seibabo.
Durante las décadas del 60 y 70 impartió clases en las enseñanzas secundaria y preuniversitaria en Cienfuegos, y llega a ser la primera mujer en integrar el Comité Municipal del Partido.
Haydee fue parte de la comisión organizadora de la división política administrativa en 1976, donde nacerían, de una, las tres provincias centrales.
Como miembro de esa dirección política asistió a las organizaciones de gobierno por muchos años, y a las de masa, sobre todo a la FMC, la cual dirigió desde 1980 -por un periodo de 15 años-, a la par de ser miembro del secretariado nacional de esa organización.
Se hizo cargo de la atención directa de las 42 cortadoras de caña que en la región se convirtieron en Heroína de la Zafra, y de las mil 500 constructoras incorporadas a al desarrollo industrial del territorio sureño, que incluyó la la edificación de la Central Electronuclear y la Refinería de Petróleo.
“El empoderamiento de las cienfuegueras tiene fuerte raíces en su idiosincrasia, desde aquellas participantes en las luchas revolucionarias antes del Primero de Enero, de las que integraron el batallón femenino de milicianas en abril de 1961 en apoyo a las luchas contra la invasión a Girón, o de quienes llegaron a ocupar un escaño en el Consejo de Estado, como Eslinda Orozco, María Caridad Abreu, hasta la más reciente, Angélica María Chorens”.
Ahora, con casi 50 años de constituida, esta es una de las provincias donde más féminas dirigen, desde la primera secretaria del PCC, la vicegobernadora, varias directoras de industrias como Oleohidráulica Cienfuegos, Planta de Fertilizantes Nitrogenados o el Combinado Pesquero, de sectores como salud, la agricultura y la ANAP, entre otros.
Pero en todos esos resultados, la pequeña Haydee siente que puso su granito de arena para que las mujeres fueran hoy esa fuerza motriz, que sostiene y empuja a la Revolución.
