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Once instituciones universitarias solicitaron la evaluación para el proceso de obtención de las categorías de Calificada, Certificada y Excelencia, informó hoy Marcia Noda Hernández, directora de Evaluación y Acreditación del Ministerio de Educación Superior.
Para 2023 se prevé un total de 245 procesos de gestión de la calidad de instituciones y programas de carreras, maestrías, especialidades y doctorados, afirmó durante una conferencia de prensa.
Señaló que entre los centros a evaluar estarán las universidades de ciencias médicas de Granma, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Las Tunas, el Instituto Técnico Militar José Martí, y la Escuela Superior de Cuadros del Estado y el Gobierno.
También recibieron solicitudes de la Escuela Militar Superior Comandante Arides Estévez Sánchez, y las casas de altos estudios de Cienfuegos y Guantánamo, entre otros.
Hasta enero último la Junta de Acreditación Nacional ha realizado más de mil 500 procesos de acreditación, divididos en 326 carreras, 298 maestrías, 166 especialidades y 71 doctorados.
De las 48 instituciones de educación superior en el país que pueden optar por estas categorías 32 ya están acreditadas, y de ellas siete son de excelencia, como la Universidad de La Habana, la Escuela Latinoamericana de Medicina y la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.
Noda Hernández explicó a la prensa que para asegurar la pertinencia y calidad de esos procesos formativos se utiliza el Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior.
En Cuba, comentó, evaluamos las instituciones y cada uno de sus programas, con excepción de los de ciclo corto, que se incorporarán en el futuro.
Solo pueden aspirar al proceso los centros que tienen un 60 por ciento (%) o más de sus programas de carrera y de posgrado con categoría de acreditación, y de estos el 40% debe ser de excelencia, lo que confirma los fuertes estándares por los que nos regimos, subrayó.
Al decir de la especialista, los patrones de calidad están en función de las mejores tradiciones pedagógicas cubanas, pero sin perder de vista los criterios de evaluación asumidos en el resto del mundo.
Debido a la pandemia de COVID-19 se tomaron decisiones para mantener las evaluaciones partir de la modificación de métodos, incursión en el trabajo virtual o semipresencial y concesión de prórrogas de la vigencia de algunas categorías, señaló.
Obtener una categoría de acreditación implica un mayor prestigio para el centro, y además lo coloca en una posición privilegiada con relación a proyectos de investigación y asignación de recursos, sobre la base de su demostrado aprovechamiento, constató Noda Hernández.
El Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior contempla la reacreditación de instituciones y programas cada cuatro años en caso de la categoría de calificadas, siete para las certificadas y nueve para las de excelencia.
