Según refirió el diario Granma, el texto denuncia la política hostil e injerencista de Estados Unidos contra los pueblos y estrategias de guerra no convencional, empleando el uso de los procesos judiciales políticamente motivados y sin sustentación jurídica (lawfare), para destruir rivales políticos e ideológicos.
Lo escrito rechaza la doctrina Monroe, por su papel en las políticas desestabilizadoras de naciones de América Latina y el Caribe, habla sobre el fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la dignificación de las naciones y del ideario de los próceres, así como el derecho a reparación por los años de colonialismo, esclavitud y genocidio.
Otros aspectos recogidos en el manuscrito están relacionados con el cambio climático y el impacto negativo que tiene sobre la naturaleza el desarrollo desigual entre las naciones, así como hace un llamado a sostener un compromiso con los acuerdos internacionales referidos a este tema.
Los firmanntes exigieron el fin del bloqueo económico, comercial y financiero y cuestionaron el empleo de medidas coercitivas unilaterales contra naciones del continente que apuestan por sistemas sociales alternativos, de inclusión y dignificación del ser humano.
El ALBA-TCP condenó las manifestaciones de terrorismo del que han sido víctima muchos de los pueblos de este continente.
Saludamos la reinstalación de la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el eln, en el que dos Estados miembros del ALBA-TCP se desempeñan como garantes y sedes alternativas, se lee en el texto.
Destaca, además, las acciones para seguir desarrollando la revitalización del ALBA-TCP como mecanismo de unión, de lucha por la paz, la democracia, la estabilidad y el bienestar de los pueblos de Nuestra América
Entre otros temas, la declaración presenta un agradecimiento a Sacha Llorenti, por el trabajo realizado al frente de la Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP, y saluda la designación del embajador Félix Plasencia González, como nuevo secretario ejecutivo del ALBA-TCP.