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A pesar de los vientos y las lluvias dejadas en Cienfuegos por el huracán Ian, a su paso por el Occidente de Cuba, la palabra solidaridad se ha vuelto muy común durante esta semana y a la manera propia de los cienfuegueros.
Uno de los primeros en alistar mochilas y equipos para apoyar a los damnificados, cuando aún el ciclón septembrino no había abandonado el territorio de Pinar del Rio, fue el grupo de 96 linieros de la Empresa Eléctrica de Cienfuegos.
Dorgis Monzón, director de esa entidad y al frente de la agrupación, contó entonces a la Agencia Cubana de Noticias que conformado en 16 brigadas marchaban al Occidente para rehabilitar las redes de alta tensión y el tendido eléctrico en beneficio de las familias pinareñas. Pocas horas después el contingente de una veintena de reparadores de la telefonía en el centro y sur de Cuba, alistaron sus equipamientos y logística y con Juan Matias Montes de Oca, jefe de Grupo de la Red de Acceso y experimentado en reparaciones complejas, partieron hacia el extremo occidental del país.
Ahora se une a estos cienfuegueros un contingente de 35 efectivos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la región Militar de Cienfuegos, que apoyará labores de recuperación en la zona pinareña más afectada por Ian
Entre los propios cienfuegueros la solidaridad es también una moda, aunque en momentos difíciles se acrecienta, tal es el caso de la disposición y altruismo de un grupo de especialistas y trabajadores de la salud que, agrupados en 13 brigadas integrales, se fueron hacia los puntos más intrincados a prestar sus servicios y garantizar la atención médica durante las intensas lluvias asociadas al paso del huracán Ian.
Eran mujeres y hombres de batas blancas, entre los cuales se encontraban especialistas de gran experiencia en ortopedia, traumatología, anestesiología, cirugía general, intensivistas y personal de enfermería de los hospitales: pediátrico Paquito González Cueto y del provincial Gustavo Aldereguía Lima.
Otro gesto solidario fue el apoyo de los grupos electrógenos de la provincia y un poco más allá, para poder echar a andar las dos unidades de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, y aportar la necesaria energía al Sistema Energético Nacional.
Ya por acá los más jóvenes artistas, los de la Asociación Hermanos Saíz, que de hecho compulsan al resto de los más imberbes y a los veteranos, incluso a la población, a hacer donaciones para llevar a Pinar, junto a su arte por supuesto y eso también, se llama ser solidario.
