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Promueven envejecimiento activo en Cuba

Envejecimiento Cuba
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Cuba promueve el envejecimiento activo como alternativa para enfrentar el impacto económico y social del aumento de las personas de la tercera edad y los bajos niveles de fecundidad que retardan el reemplazo poblacional en la nación.

Ese propósito fue patentizado por la doctora en Ciencias Iliana Benítez Jiménez, investigadora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de la Universidad de La Habana, durante el diálogo, esta semana, con autoridades del Partido (Comunista de Cuba) y Gobierno, y representantes de organismos e instituciones en la provincia de Ciego de Ávila.

La también coordinadora de los Observatorios Demográficos en el país subrayó que a la par de la atención a las necesidades crecientes de las personas con 60 o más años de edad, se apuesta por fomentar la participación en tareas políticas, económicas y sociales.

En las condiciones actuales y de acuerdo con las posibilidades económicas, la nación procura incrementar la calidad de vida de las personas de la tercera edad, asegurando el acceso a la educación con diversas oportunidades para superarse, la práctica de ejercicios físicos e instituciones de salud destinadas al cuidado y la atención de los ancianos.

Mediante el Sistema de Atención a la Familia se proveen nutrientes elaborados a individuos de ese segmento social que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad, en tanto, las acciones encaminadas a mejorar la calidad de vida en barrios y comunidades también aseguran el bienestar.

El envejecimiento representa un desafío y no puede ser tratado solo como un problema, teniendo en cuenta que es inherente a toda la nación, aunque en algunos territorios se manifieste en mayor grado y para provincias como Villa Clara y La Habana, con las cifras más altas, constituya un reto superior, dijo.

En este contexto se propone estimular la incorporación laboral, lo que requiere crear facilidades en diferentes áreas y potenciar el trabajo a distancia para que puedan retornar a sus actividades, considerando las potencialidades para aportar, sobre todo en puestos que exigen más del esfuerzo intelectual que físico, agregó.

De acuerdo con la experta, con esta reinserción se asegura, además, la transferencia de experiencias y conocimientos elementales para las nuevas generaciones.

Para cumplir ese objetivo se precisa una mirada integral, de manera que las personas de la tercera edad no reciban solo atención del Sistema de Salud Pública y dispongan del tratamiento de otras instituciones como Educación, Cultura y el Instituto Nacional de Deportes, Cultura Física y Recreación, por solo citar algunos ejemplos.

Con la diversificación de las formas de gestión no estatales se amplían las posibilidades para reactivar a los adultos mayores y se garantiza la incorporación al empleo del mayor número de personas posibles, fundamentalmente los jóvenes, resaltó.

Como parte del Programa de Atención a la Dinámica Demográfica en el país fueron creadas comisiones de trabajo, incluida una responsabilizada con la evaluación de cuestiones relativas al envejecimiento, dirigida por el Ministerio de Salud Pública, con la asesoría del Centro de Estudios sobre Población y Desarrollo, y la Sociedad Cubana de Neurociencias.

Con poco menos de 11.2 millones de habitantes -de acuerdo con estadísticas del año 2020- la población cubana muestra una tendencia al decrecimiento, debido a los bajos niveles de fecundidad y el aumento de las migraciones, cuestiones que marcan la dinámica demográfica y conllevan a adoptar medidas para minimizar los impactos de esos fenómenos sociales.

Durante el intercambio en Ciego de Ávila para informar sobre la actualización de la política demográfica, Benítez Jiménez insistió en que la dinámica demográfica es transversal a todos los programas encaminados al progreso, por tanto, debe ser evaluada a todos los niveles y considerada al trazar las estrategias de desarrollo territoriales.

A pesar de la difícil situación, como consecuencia de una crisis multidimensional acentuada por el recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno estadounidense y la pandemia de COVID-19, Cuba mantiene una alta esperanza de vida, según indican estudios recientes del CEDEM.

En este contexto se someterá a referendo (25 de septiembre) un Código de las Familias que ofrece nuevas garantías para la protección de los adultos mayores en el entorno sociofamiliar, al promover una vida con dignidad, el respeto a la intimidad, la comunicación y los vínculos con el resto de los integrantes del hogar.

Se reconocen, entre otras cuestiones, los derechos a una vida autónoma e independiente, la elección del lugar de residencia, la convivencia libre de discriminación y violencia, y a un entorno accesible.

Las familias, la sociedad y el Estado, de acuerdo con sus respectivas responsabilidades, tienen el deber de contribuir en la protección de las personas adultas mayores a través de sus organismos e instituciones, y proporcionarles su participación e inclusión social, comunitaria y familiar en un ambiente de plena igualdad que les permita desarrollar sus capacidades y potencialidades, estatuye la normativa.

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