(Foto: Cortesía del equipo de Comunicación de la Empresa Eléctrica de Cienfuegos)
Ante el déficit de recursos para la reparación de alumbrado público, Delvis Hurtado Pérez, jefe de brigada del Centro de Operaciones de la Empresa Eléctrica de Cienfuegos, reinventa cada jornada su quehacer y apoya el resto de las actividades de un sector que acapara las miradas y los cuestionamientos ciudadanos por la crisis energética del país. Hace 28 años llegó a la entidad sureña como ayudante; se convirtió en liniero y actualmente es jefe de brigada.
«A veces se acumulan muchas quejas y tenemos que salir. Todo el colectivo el centro de operaciones completo salimos a atender las quejas para que haya el menor número posible de clientes sin servicio. Las fallas pueden ser de breque en las viviendas, falso contacto en la acometida, por avería de cable en el suelo».
¿Cómo es sortear con la población ante las dificultades tan complejas que existen con el suministro de energía y cuando se presentan este tipo de situaciones, de averías, de otras eventualidades del sector?
«Hay muchas personas que sí tienen conciencia de lo que pasa actualmente en el país por la contingencia energética.
Me gusta decir esto porque muchos piensan que es culpa de la Empresa Eléctrica y nosotros solamente lo que hacemos es cuidarla, mantenerla, comercializarla. Muchos nos agreden sin tener noción de qué hacemos como tal, y hay otras que son muy, muy agradecidas y defienden nuestro trabajo.
«Llegamos a lugares donde no tenemos cómo resolver la situación y allí tratamos de dar una respuesta o la solución, aunque a veces no está en nuestras manos y ya pasa a otros niveles. La población comprende que en ocasión no hay recursos, no obstante debemos tratar de hacer lo mejor para que ese cliente quede satisfecho. Sólo pedimos comprensión porque también somos afectados por la corriente, por el agua, por la alimentación pero tenemos una gran responsabilidad».
¿Cómo afrontan ustedes, cómo asumen la carencia de recursos en el desempeño de su trabajo?
«Formamos un colectivo y pensamos siempre que si en un lugar tenemos esto y no se está aprovechando, lo podemos aprovechar en otro y lo colegiamos. Hasta ahora nos ha dado resultado y por eso es que van saliendo muchas cosas del trabajo de la Empresa Eléctrica».
Las situaciones más complejas que asumen en la labor diaria…
«Complejo es todo aquí para nosotros y principalmente cuando llega el tiempo de primavera, se presentan muchas averías. Tenemos que trasladarnos al campo porque no hablamos solamente de la ciudad. Por ejemplo, yo mismo trabajaba en Lajas. Tenía que montarme en una yunta de buey o en una carreta con las escaleras y todas las cosas para ir hasta Santa Rosa o La Modelo, a 13, 14 kilómetros. Tenemos muchas carencias en estos momentos, nuestro transporte está fatal».
¿Precisamente cuáles son las carencias que mayormente los afectan?
«Nuestra empresa camina sobre ruedas. Aquí falta mucho el aceite, piezas de repuesto para los carros. La Unión Eléctrica hace un esfuerzo bastante fuerte con nuestros recursos de seguridad, que son muy importantes, sobre todo para los linieros. En esa parte ellos nunca, nunca flaquean, siempre es arriba de nosotros. Nuestros recursos de herramientas para trabajar son importados, igual que los carros y en ello está el bloqueo, que sí existe. Sí, tenemos que decirlo, que sí existe, que no nos vendemos los ojos porque nos está haciendo bastante daño.
«Si tuviéramos un mínimo más de recursos en nuestro transporte, la población se sentiría un poco más satisfecha, porque a veces demoramos en ir a las quejas por esa causa. Y siempre hemos pedido eso. El liniero lo que pide es cosas para trabajar».
Como miles de trabajadores del sector, este apasionado eléctrico demuestra entrega a una labor desafiante, riesgosa y comprometida con la anhelada seguridad energética que en medio de una complejísima crisis demanda el país.