Yunior y Omara son uno. Se les ve calentar juntos, hacer la gimnasia, luego las carreras y los tramos. Es la rutina diaria que hacen una y otra vez, con el mismo entusiasmo y perfecta sincronía.
Si Omara necesita un descanso, ahí está Yunior y si él lo requiere, ahí esta Omara. La complicidad es mutua. Ella, de Santiago, él de La Habana.
De pronto, irrumpen en el trayecto y ríen cuando se alistan para la próxima vuelta. ‘Omara, no me cortes el dedo’, le dice Yunior mientras la ayuda a cortar precintas para poner en sus pies, por el roce con el tabloncillo sintético. Ha sido sus ojos sobre el terreno por casi una década. Y la ha guiado bien.
Dicen los especialistas que Omara y tú son un dúo muy elegante. ¿Cómo lo logran?
-Desde el minuto cero que empezamos a trabajar la relación fue excelente, nuestra comunicación fluyó dentro y fuera de la pista. Somos amigos, hermanos, como familia. Nos llevamos superbien. Esa es la única forma que puede salir un trabajo en equipo. Somos un dúo y para que las cosas salgan, tiene que existir una buena relación dentro y fuera de la pista.
Yunior Kindelán, guía de Omara. Foto: Cubadebate.
¿Cómo llegas a trabajar con Omara?
-Todo empezó en 2015, por mediación de nuestra entrenadora Miriam. Ella conversó conmigo y me propuso venir a trabajar para ayudar en el cambio de categoría de Omara, de T13 a T12.
“Yo era un atleta del equipo nacional. La profe conocía mis características, parece que vio en mí lo que buscaba y no se equivocó. En mi caso, sabía que era un reto difícil, porque Omara ya era una atleta con grandes resultados. Pero, lo intentamos y llevamos casi 10 años.
“Nunca había trabajado con un atleta en situación de discapacidad, y yo era convencional. Omara, tampoco había tenido un guía. Fue un trabajo nuevo para los dos, pero hasta ahora ha salido de la mejor manera”.
¿Crees que la figura del guía, a veces, se pone en segundo plano?
-Eso para mí no es importante, porque trabajar con Omara ha sido una oportunidad única que me ha dado la vida. Me siento muy orgulloso de ayudarla a lograr los resultados que hemos obtenido.
“Muy feliz de mi función. Esperamos terminar por todo lo alto en estos Juegos Paralímpicos”.
¿Cómo marcha el entrenamiento para París 2024?
-Bien. Estamos dando los toques finales. Nos sentimos aptos física y mentalmente. Trabajamos en los detallitos para que todo salga.
“En la parte técnica pulimos elementos de fuerza, de preparación… Priorizamos, además, el aspecto físico para evitar lesiones, porque son muchas carreras. Queremos llegar al cien en todos los eventos”.
Hace unos minutos, hablábamos con Omara sobre la descalificación en Santiago 2023. ¿Cómo se recuperaron de ese incidente?
-No nos esperamos pasar por algo así. Nunca nos había sucedido, pero son cosas que están en el deporte. Le dolió a todo el mundo. A nosotros como atletas, a los técnicos, nuestros familiares… Pero ya es pasado. Quedó atrás. Lo que toca es trabajar para que no se repita.
Yunior y Omara, un dúo legendario. Foto: Cubadebate.
¿Tienes preferencia por algún resultado en especial junto a Omara?
-Sí, por Río de Janeiro 2016. Fue una competencia difícil. Eran mis primeros Juegos Olímpicos. Ella traía una lesión, pero salió todo bien. Hicimos tres récords del mundo. Es una competencia que nunca olvidaré.
Cuando se retire Omara, ¿qué pasará contigo?
-El retiro de Omara es una buena decisión. Fue tomada, sobre todo, por problemas de salud. Para la corta edad que tiene, afronta muchos, al igual que yo. Además, han sido bastantes años en el alto rendimiento.
“Me parece que está primero la familia. Nos hemos sacrificado y estado bastante tiempo alejados de la familia. Es momento de descansar, de dedicarle tiempo a la casa. Pienso retirarme también, compartir más con los míos e incursionar en otra cosa”.
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