Una de las atracciones que tendrán los Juegos Paralímpicos será la presencia de la fenomenal velocista cubana Omara Durand, quien buscará en París ampliar su leyenda en citas bajo los cinco aros.
Con el objetivo de dominar las pruebas de 100, 200 y 400 metros, la santiaguera de 32 años entrena fuerte en el Estadio Panamericano de La Habana. Hasta esa instalación llegó nuestro equipo. Hablar con ella, su guía y su entrenadora fue el premio de la visita que corroboró la ganas y la óptima forma del elegante dueto de corredores.
“Ya queda poco para los Juegos Paralímpicos, menos de dos meses. Empiezo a competir el 2 de septiembre. Participaré en siete carreras: dos en 400 metros, tres en 100 y dos en 200. En ese orden, participaré en los Juegos de París”, precisa Omara mientras comienza el calentamiento.
“La preparación marcha bien hasta este minuto”, dice y repasa mentalmente la rutina.
“Estamos concentrados en los detalles finales, sobre todo en los técnicos de las carreras. Nos preparamos fuerte para llegar en óptimas condiciones físicas y hacer la mejor competencia posible.
“Ahora, queda cumplir disciplinadamente con nuestro trabajo. Estar concentrados en esta última parte y esperar a que lleguen los Juegos”, comenta.
¿En qué detalles estás trabajando?
-Todo el mundo sabe que en los Juegos Parapanamericanos a Yunior y a mí nos descalificaron en el evento de 400 metros por soltar la guía antes de pasar la línea en la meta. Esa es una de las cosas en las que estamos haciendo énfasis. Además, en el braceo, la carrera, la reacción en las arrancadas, los primeros pasos, sobre todo en los 100 metros, que es la prueba más rápida.
“Esa descalificación ya quedó en el olvido, pero nos deja la experiencia para no cometer el mismo error. No podemos pensar en algo que ya pasó. Son trece medallas de oro en Parapanamericanos en comparación con una que perdimos. No es significativo. No afecta una carrera de tantos años”.
Has anunciado que te retiras luego de París 2024. ¿Lo mantienes?
-Sí. Es seguro. Después de los Juegos Paralímpicos de París 2024, no estaré más en el deporte activo. Llevo muchísimos años. En mi carrera deportiva, además de los logros que he obtenido, me ha traído consecuencias físicamente.
“Tengo achaques, con los que tengo que lidiar todos los días. He estado bastante tiempo alejada de mi familia. Ya mi niña, Érica, está en la preadolescencia y creo que es el momento de acompañarla, que vea la figura maternal a su lado.
“Quiero hacer otras cosas en mi vida. Estudiar un poquito más, superarme. Nunca me alejaré del deporte totalmente. Donde esté el deporte paralímpico, siempre tendrá mi apoyo. Y, sobre todo, los atletas”.
¿Cuál ha sido el mejor momento de tu carrera deportiva?
-Todos los momentos lindos que he vivido tienen una importancia muy grande. No te pudiera decir que tal momento lo disfruté más y tal menos. Cada uno lleva sacrificio, esfuerzo, tiempo de dedicación. Los he disfrutado al máximo y me los llevo conmigo hasta el día que ya no exista.
¿Cuánto hay de Miriam en Omara?
-Mucho. Trabaja conmigo desde que era una niña, de 15 años, y ya son 32. Cumplo los 33, el 26 de noviembre. Llevo la mitad de mi vida al lado de Miriam. Ha sido una escuela y una escuela significa mucho.
“Me ha acompañado en todos los momentos. En los buenos, difíciles, intensos, emocionantes, complicados… La mayoría de mis resultados, para no ser absoluta, han sido gracias al trabajo que ha hecho Miriam conmigo.
¿Y a Yunior, tu guía?
-Le debo mucho. Llegó a mi vida hace nueve años. Ha sido una bendición. Le agradezco a Miriam por haberlo traído a trabajar conmigo. Mis mejores resultados deportivos han sido con Yunior. Y seguirán así hasta el final y después del final.
“Somos muy buenos amigos. Es un hermano que la vida me regaló. Tenemos muy buenas relaciones. Esa empatía que hay entre nosotros, ha llevado a que en la pista salga el resultado”.
¿Cómo quiere Omara que la recuerde el pueblo cubano?
-Me voy a esforzar hasta el final para mantener mi estatus de campeona paralímpica. Quiero que el pueblo me recuerde como la mejor atleta paralímpica del mundo, la más rápida, veloz, la que, en su último momento, obtuvo los mejores resultados. Debo agradecerles porque sé que hay muchísimas personas que sienten respeto y que siguen mi carrera deportiva.
Tomado de