por 
Con el orgullo de procesar las aguas más famosas de Cuba, los trabajadores de la embotelladora de Ciego Montero, en la provincia de Cienfuegos, logran resultados loables en la reducción del uso del plástico, en una gestión de gran impacto para el medio ambiente.
Ubicada en el municipio de Palmira, la planta acomete los proyectos de sostenibilidad denominados: Apto para el Propósito, para la reducción de peso en los envases que utilizan en el flujo productivo; y de Diseño para el reciclado, con el objetivo de que se introduzca material reciclado en la fabricación de los empaque.
Osmany Enríquez Quintana, director de esa entidad, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que realizaron varias pruebas, y se encuentran en fase de evaluación en estos momentos para la incorporación en una de las dos líneas de los recipientes de cinco litros, conformados con un 25 por ciento de materia prima reciclada.
Además una etapa importante es esa fase de evaluación en la etapa de almacenamiento, transportación y distribución a clientes y consumidores.
Entre esas valoraciones resaltan la corrida industrial al material retráctil destinado al embalaje y a las preformas para los receptáculos de 500 mililitros y de cinco litros.
Pero aspiran a reducir en 10 milímetros el diámetro de la boca del pomo de cinco litros y la altura del cuello de ese recipiente, a fin de aligerarlo, sin que pierda su capacidad de almacenamiento original, aseguró el directivo.
Aclaró que en algunas partes del mundo se alcanza una proporción mayor, tal es el caso de pomos elaborados con el 50 por ciento de la materia prima reciclada, mientras en otros puntos cuentan con botellas al 100 por ciento libre de resinas vírgenes, las cuales son obtenidas de los combustibles fósiles, y por ello son tan contaminantes.
Indicó el directivo que una de las acciones para reducir ese tipo de material lo constituye el uso de aquellos recipientes con posibilidades de ser reutilizados de diferentes formas, incluso sobre otros que nada más permiten un solo fin, y luego son desechados al medio ambiente.
La embotelladora de agua mineral es la industria que utiliza mayor cantidad de plásticos en el proceso fabril en la provincia de Cienfuegos.
Desde el 2015 comenzó la transformación inversionista en función de un mejor manejo del uso de esos pomos, con la entrada y puesta en marcha de una sopladora, y compresores, además de cambiar todo el alumbrado por uno más ahorrador.
A la par los especialistas procedieron a elaborar los proyectos encaminados a la disminución del impacto ambiental de la fábrica, de forma global.
Aunque ahora la planta de Ciego Montero no alcanza su capacidad nominal, los volúmenes productivos siguen siendo considerables.
Explicó Enríquez Quintana que en el año 2019, -valorado como el mejor de los últimos tiempos- envasaron 69 millones de botellas de agua, mientras el pasado 2023 llegaron a los 38 millones 700 mil unidades.
Para Osmel Reyes León, tecnólogo, el plástico tiene muchas bondades, primero son fáciles de obtener, hay una gran variedad de estos, se pueden manipular, almacenar y transportar de manera más idónea.
El problema -alertó- está en el uso que no le hemos sabido dar a esos materiales y lo convertimos en desechos bien negativos para el medio ambiente pues demoran muchos años en degradarse.
Perteneciente a la Empresa Mixta Los Portales S.A., la embotelladora de Agua Mineral Ciego Montero, posee una capacidad instalada de unos 65 millones de botellas del líquido al año, en formatos de 0,5, 1,5 y 5 litros.
En 1994, la embotelladora de Palmira se convirtió en la primera fábrica en Cuba en asumir la tecnología de envases PET (Polietileno de tereftalato)
Inaugurada en 1974, la industria para envasar el agua mineral arriba este 2024 a sus 50 años, una razón de peso para festejar los niveles productivos, su inserción y liderazgo en la comunidad y el cuidado por el medio ambiente.
