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Un tabaco exportable de gran calidad logró el productor Alcides Hernández Pérez, sin aplicar fertilizantes químicos –solo con productos biológicos- en su finca El Porvenir del municipio de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, el agricultor de avanzada contó que a la siembra de ese cultivo, efectuada a mediados del mes de enero del presente año, le aplicó trichoderma en varias ocasiones, el bacilo con la cepa 26 y además el producto biofertilizante EcoMic.
Igualmente, para que el sembrado fuera totalmente ecológico utilizó como abono la materia orgánica, el humus sólido y líquido, ello contra el Moho azul y las plagas.
Explicó que a la par plantó un área del renglón con fertilizante químico, y notó que aunque el desarrolló es similar, las plantas se estresan más, y ello le provoca las manchas verdes en las hojas.
Por ejemplo, comprobó que con un sol radiante esas plantaciones se marchitan desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde, un lapso grande en el cual esa vega no realiza todas las funciones de intercambio gaseoso como debe ejecutar naturalmente.
Hernández Pérez sembró en su finca de 9,33 hectáreas (ha) dos mil 900 plantas y consiguió un buen rendimiento, de 1,35 tonelada por ha.
La variedad Corojo 2020 que plantó el productor cienfueguero es netamente cubana, del Instituto de Investigaciones de Pinar del Rio, y ha resultado muy buena al cultivarse en los suelos arenosos similares a los del territorio más occidental.
Aráis Ercía Hernández, jefa de calidad, resaltó que en los últimos tiempos comenzaron a beneficiar la aromática hoja en la propia finca, proceso que propició abrir nuevos empleos para casi una decena de mujeres y para jóvenes desmovilizados del Servicio Militar Activo.
Allí las muchachas clasifican por tamaño, textura, y color, y organizan los grupos por la capa de exportación, consumo nacional, tripas y capotes, entre otros.
El cobro por la calidad de la labor constituye un sistema que compulsa al esmero de los trabajadores para salvar hasta la última capa de tabaco.
Ana Lidia Reyes López es jefa del colectivo laboral y una experimentada tabacalera, de ahí que conozca los saberes del oficio, por ello explica los pasos, desde que entra el producto, se inspecciona y lo pesan.
Después las hojas van a la fermentación en pilones por unos 45 días, pasa a la clasificación, para más tarde ir al engavillado y finalmente se colocan en tercios.
Con 47 trabajadores, de los cuales 21 son mujeres, y la mayoría jóvenes, este agricultor rejuveneció su granja, amplió la infraestructura con otras naves de curar tabaco, y creó empleos bien remunerados.
Y sobre todo, con un manejo adecuado, y la aplicación de acciones diversas de agroecología, Alcides se convierte en un buen ejemplo para el país al obtener un renglón emblemático de la economía cubana para la exportación.
