Desde hacía varios calendarios los cubanos esperamos el nuevo año en mangas cortas y tiranticos, pero todo parece indicar que este pudiera ser algo diferente, como distinto ha sido el 2022 que ya se va.
Tanto es así, que en estos días se prevé un descenso de los termómetros hasta los valores más bajos de la presente temporada invernal en la Isla.
No obstante, las marcadas condiciones invernales deben prevalecer hasta mediados de esta semana, según precisara a Granma la doctora en Ciencias Miriam Teresita Llanes, jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.
Foto: Ariel Cecilio Lemus/ Granma
Aunque no ha sido tendencia en todo el territorio nacional “un frío que pela” en los fines de año, eso no niega que sí hubo aquí importantes descensos de las temperaturas en los finales e inicios de año más recientes.
Por ejemplo, en la madrugada del último día de enero de este año, la estación de Bainoa, en Mayabeque, registró una mínima bien singular de 2,8 grados Celsius.
Foto: Internet (Imagen ilustrativa)
Hasta escarcha se vio entonces en esa zona. Al respecto, del doctor José Rubiera comentó que “en la superficie o muy cerca de ella, la temperatura debió haber descendido a cero grados, pues solo así se explica la formación de este fenómeno natural”.
En otras zonas del territorio nacional igual descendió bastante la temperatura a inicios del año anterior . Tanto es así q durante ese día se registraron 3,2 grados en el aeropuerto internacional José Martí; 3,5 en Unión de Reyes y 3,7 en Tapaste.
Foto: Kaloian Santos Cabrera (archivo)
Por supuesto que esos fríos y los que ahora andan debutando en este enclave del Caribe nada tienen que ver con la temible ola de frío que se vive en varias geografías del planeta.
En EE.UU., por ejemplo, han sufrido en esta Navidad la mayor ola de frío en 40 años, quedando prácticamente paralizada esa nación donde, al momento de redactar estas líneas, sumaba 22 los fallecidos a causa de las gélidas temperaturas, y 3.9 millones de personas permanecieron durante la Navidad en alerta por la tormenta de nieve.
Fuertes nevadas, ventiscas, inundaciones en puntos de la costa noreste, acompañaron esa fatídica Noche buena en la nación norteña, que ha sufrido Temperaturas de hasta 50 grados bajo cero, un millón de hogares sin luz, autopistas cerradas y miles de viajeros varados en aeropuertos abarrotados.
Ola de frío en Chicago, Illinois. Foto: Antonio James/ DPA
Un boletín del Servicio Meteorológico Nacional estadounidense llegó a advertir que “En algunas áreas, estar al aire libre podría provocar congelación en minutos”.
Esta explosiva ola de frío de origen ártico golpea también a Canadá y, en el sur, a otros países como México. En esa tierra de Centroamérica, los termómetros marcaron en algunas localidades hasta menos 15 grados centígrados, con sensación térmica de menos 20.
Y si hasta las fuentes y los monumentos se han congelado, qué decir de los migrantes que permanecen a la intemperie en la fronteriza Ciudad Juárez, temiendo acudir a algún albergue o centro de acogida por temor a ser deportados.
En Ciudad Juárez. Foto: Twitter
En Cuba, el colega Orfilio Peláez recordaba que uno de los testimonios referidos a la presunta existencia de temperaturas por debajo de cero grado lo dejó en 1800 el Barón Alejandro de Humboldt, al mencionar en sus anotaciones que vio «heladas» en lugares cercanos de La Habana.
También observaciones realizadas por el sabio cubano Andrés Poey y Aguirre (precursor de la meteorología científica en la Mayor de las Antillas), y citadas por Peláez, referían la existencia de escarcha durante el invierno de 1845, nada menos que en la caliente Santiago de Cuba.
Interrogado por CubaSí, vía facebook, el profesor e investigador Luis Enrique Ramos, historiador de la Meteorología en nuestra Isla asegura que aquí la ocurrencia de una nevada “es absolutamente falso. No hay datos que respalden esa afirmación en ninguna parte de Cuba”.
De todas formas, los cubanos ya andan desempolvando abriguitos y abrigotes, bufandas, gorros y hasta guantes, con los que esperan dar un apretón de manos al nuevo año, confiando en que, aunque entrando con frío, será mejor. (Tomado de Cubasí)