Si algo debe tener Cuba como luz que la oriente en lograr su desarrollo, en alcanzar con mayor rapidez la prosperidad deseada, es justamente la innovación.
De tal premisa, cardinal “para un país pobre, bloqueado, agredido”, habló desde el Palacio de la Revolución el primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante una reunión con representantes del sistema empresarial cubano.
En un intercambio cuyo tema esencial versó sobre el impacto de la ciencia, la tecnología y la investigación en el sistema empresarial del país, el mandatario afirmó que “solo con innovación se pueden vencer las adversidades”, porque ella racionaliza procesos y conduce a la obtención de mejores resultados ante cualquiera de las metas que se trace Cuba en la búsqueda de su prosperidad.
“Lo primero que tenemos que reconocer es la importancia que tienen la investigación científica y la innovación para el desarrollo de la empresa estatal socialista”, enunció el jefe de Estado en una jornada que también contó desde la presidencia con el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa –ambos, miembros del Buró Político-; así como con el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su departamento Económico-Productivo, Joel Queipo Ruiz, y el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
Hacia el final de una reflexión colectiva, en la cual tomaron parte representantes de varias empresas del país, el presidente Díaz-Canel compartió varias ideas alusivas al tema que motivó el encuentro, y entre las cuales expresó que “una de las cosas que puede hacer más fuerte a la empresa estatal socialista, que la puede distinguir del resto de los actores económicos nuestros, es precisamente lo que sea capaz de avanzar a partir de que utilice la investigación científica (y esta última convertirla en innovación”).
El mandatario recordó que actualmente la ciencia y la innovación, junto a la transformación digital y a la comunicación social, están definidas como pilares de la gestión de gobierno: “Quiere decir, enfatizó, que todo lo que tratemos de hacer desde el Gobierno y desde la dirección empresarial, debe tener un apoyo en la ciencia y la innovación, y en la transformación digital de la sociedad”.
Entre las fortalezas con que cuenta el país para avanzar, dijo el dignatario, está contar con un marco regulatorio para todos los aspectos que se identificaron desde el VI Congreso del Partido Comunista, en materia de ciencia y de innovación. Y de igual modo mencionó al Consejo Nacional de Innovación, “como una estructura, como un espacio de debate”, y también a los polos científicos-productivos en diferentes concepciones, y en diferentes territorios.
El jefe de Estado destacó que “ya tenemos empresas interfaces, ya tenemos parques tecnológicos, ya tenemos parques industriales, y hay el fomento de estos tipos de estructuras que facilitan una mejor interconexión del sector del conocimiento con la administración pública, con los territorios, y con el sector productivo de los bienes y servicios”.
Casi todo lo que faltaba por normar, y casi todo lo que era traba, se ha ido despejando, afirmó el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista, quien además compartió su certeza de que “el desarrollo local no se va a lograr si no hay ciencia e innovación” en ese tipo de escenario.
Díaz-Canel Bermúdez trajo a colación “el concepto de la resistencia creativa que tanto hemos defendido”. Lo hizo a modo de ejemplo de lo que vale la innovación, y recordó que las maneras de enfrentar a la COVID-19 tuvieron presentes esa innovación.
“El concepto de resistencia creativa, recordó, no es resistir y resistir: es resistir, avanzar, crecer, y desarrollarnos, porque para nosotros crecimiento económico sin desarrollo social no tiene sentido; es crecer, desarrollarnos con nuestros propios esfuerzos, y talento; y eso lleva implícita la innovación”.
El mandatario destacó cómo de manera “sabia el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en medio del período especial, construyó lo que a mi modo de ver es casi el modelo básico que nosotros tenemos que tener en el sistema empresarial”.
Añadió el presidente cubano que “para lograr el desarrollo de la ciencia y la innovación, con resultados”, nació el “famoso polo científico, sobre todo la industria biotecnológica farmacéutica, donde la investigación científica y la innovación forman parte de las fuerzas productivas, y están introducidas en la cadena de producción, comercialización, y distribución”.
Sobre otras premisas de la innovación
Los procesos no avanzarán ni darán los frutos esperados –razonó el mandatario- “mientras los cuadros principales, mientras los cuadros empresariales, lo cuadros de dirección y los cuadros de gobierno, y los cuadros del Partido, no seamos los primeros abanderados, como era Fidel, en el tema de la ciencia y la innovación”.
Como alguien de sumo valor para una empresa definió el jefe de Estado al muchacho recién graduado que llega, a ese Título de Oro que es decisorio en las lides de la innovación. Y en otro momento recordó que “en el sistema de gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación, precisamente lo que queremos crear es que haya una cultura de pensamiento que provoque en todos los ámbitos que cada vez que haya que enfrentar un problema complejo, lo primero que se haga sea acudir a la investigación científica”.
El dignatario subrayó que existen “experiencias positivas en el país, y hay valores compartidos entre la comunidad científica cubana, y el sector empresarial, el sector de la administración pública, los territorios, el gobierno, y el Partido”. Por lo anterior expresó que existen todas las posibilidades para alcanzar los propósitos diseñados, los cuales entrañan, además, una necesidad.
“Nosotros tenemos que buscar, dijo, que nuestros procesos cada vez sean más productivos, tengan mejores rendimientos, sean más eficientes. Y seguidamente enumeró premisas sin las cuales una empresa no podría potenciar la innovación.
Mencionó, en primer lugar, la “planeación estratégica, donde la ciencia y la innovación sean un área clave”; y sumó a tal condición la existencia de una estructura que aporte a esa estrategia. Como tercer elemento Díaz-Canel habló sobre la necesaria comprensión “de que la innovación no es solo tecnológica: hay que innovar en procesos; hay que innovar desde el punto de vista organizacional; hay que innovar en la forma de gestión; hay que innovar en las formas de estructuras; hay que innovar en productos; hay que innovar en mercados”.
Y a lo anterior sumó la importancia de formar y desarrollar el potencial humano, para que pueda haber luego innovación.
“Lo primero que nosotros tenemos que lograr, enfatizó, es que los cuadros tengan cultura de innovación”, y para eso resulta vital capacitarlos. En las empresas, argumentó el mandatario, tiene que haber formación doctoral; y no se trata, como él razonó, de una cuestión de elitismo: es que sin ese camino “no habría fuerza de trabajo calificada ni liderazgo científico para desarrollar la innovación en una empresa”.
Al decir del dignatario, la empresa “tiene que vincularse con el sector del conocimiento; la empresa tiene que hacer alianzas con el sector del conocimiento”. En tal empeño, como él valoró, se han dado pasos de avance en los últimos tiempos. Y en otra arista del análisis, dijo: “Necesitamos que las empresas sean fuertes en los municipios”; y esa afirmación tiene mucho que ver con potenciar el desarrollo en los escenarios locales.
“Hay que capacitar a personas como gestores de proyectos de innovación”, valoró el mandatario, quien por otra parte aseguró que “la empresas ganan mucho cuando tienen participando dentro de sus procesos a profesores universitarios, a investigadores, a estudiantes”, o cuando tienen dentro de sí a unidades docentes.
Convencido de que “el camino es la innovación”, Díaz-Canel Bermúdez resaltó la importancia de “crear una reserva científica en las empresas”. Y aunque queda mucho camino por andar, pidió felicitar y estimular a quienes van adelantados, porque ellos son quienes prueban que es posible encontrar respuestas a los problemas a través de la innovación, y son, al mismo tiempo, el acicate para quienes deben dar más pasos hacia adelante, en esa ruta salvadora que es poner, con audacia, el pensamiento en función de un país.
(Información de Alina Perera Robbio)