El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, encabezó este miércoles la conmemoración del aniversario 153 del fusilamiento de ocho estudiantes de Medicina, considerado uno de los crímenes más atroces cometidos en la isla por el colonialismo español.
Díaz-Canel ocupó la avanzada de la peregrinación que miles de estudiantes realizó desde la escalinata de la Universidad de La Habana hasta el monumento que rememora el vil asesinato, en esta capital.
Con ese futuro marchamos hoy. Con la juventud, con los que llevan con honor sus batas blancas.
Quisieron que #Cuba los olvidara, pero no están olvidados, ni muertos.#TenemosMemoria
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— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) November 28, 2024
El 24 de noviembre de 1871, alumnos del primer curso de Medicina esperaban en el Anfiteatro Anatómico la llegada de su profesor Pablo Valencia, quien debía impartir una clase, pero al enterarse que demoraría, varios de ellos se dispusieron a asistir a las prácticas de disección del doctor Domingo Fernández Cubas.
🌸| Al llegar al Monumento, sitio donde fueron fusilados los estudiantes, se hizo el pase de lista simbólico que recordó a cada uno.
En su honor se colocó una ofrenda, y otra también para Fermín Valdés Domínguez, quien tanto hizo para demostrar la inocencia de sus compañeros. pic.twitter.com/XlLZKYOQtS
— Presidencia Cuba 🇨🇺 (@PresidenciaCuba) November 27, 2024
Según apuntes históricos, algunos entraron en el cementerio, ubicado cerca de la escuela, y recorrieron sus patios, pues la entrada no estaba prohibida, y uno de ellos, Alonso Álvarez de la Campa, tomó una flor que estaba delante de las oficinas del cementerio, lo cual provocó la ira del celador, nombrado Vicente Cobas.
Cobas los acusó de rayar el cristal que cubría el nicho donde reposaban los restos del periodista español Gonzalo Castañón, director de La Voz de Cuba, vocero del cuerpo de voluntarios, que había sido ultimado por un patriota cubano en Cayo Hueso.
Los estudiantes fueron apresados y procesados en un juicio sumarísimo, pero el fallo no fue aceptado, y se realizó un segundo, y se determinó condenar a los jóvenes a la pena máxima.